sábado, 28 de agosto de 2010

Fabricando whisky

-
Destilería tradicional de whisky en las Highlands


Y ya que estamos en plenas Highlands Occidentales, último reducto de las destilerías ilegales, ¡sería imperdonable pisar tales tierras y no saber fabricar whisky...! Analicemos, pues, esta vieja y simpática receta:

En primer lugar, es necesario proveerse de algo de cebada lo que no le saldrá muy caro. A continuación, deberá regarla abundantemente con agua procedente de los altos glenes durante un par de días, y luego dejarla en reposo hasta que comience a germinar. Este es el momento de poner en un fuego de turba una amplia cacerola en la que poder echar la cebada germinada. Mientras se va secando y tostando, debe revolverla constantemente para conseguir un óptimo dorado, también llamado malteado.

Y ahora que ya tenemos la malta, todo es más fácil: Muela ésta de la forma que crea oportuno, y luego, mézclela con agua caliente procedente de turbera (el que sea de montaña y esté turbia es una buena señal) y mantenga la temperatura por espacio de otro par de días, agitando hasta que todo el azúcar de la malta se haya disuelto en el agua. Si lo desea, al mejunje obtenido puede llamarle wort y así parecerá que es un entendido.

Después de añadir un poco de levadura, y dejar reposar unos días para que los pequeños hongos cumplan con la labor de convertir el azúcar en alcohol, entramos en un momento delicado. Un parón aquí puede hacer que este líquido, de bajo contenido alcohólico, bastante asqueroso y al que se le suele llamar wash (nombre que en inglés también se da al agua que resulta de fregar los suelos), se nos quede en cerveza en vez de convertirse en el preciado whisky. Continuemos pues...

Mientras se producía la fermentación, nosotros habremos limpiado la gran cacerola a la que, luego, habremos puesto un embudo en forma de sombrero. Al agujero estrecho del embudo le empalmaremos un largo tubo que siguiendo una curva en forma de montaña, acabe a un nivel similar al de la cacerola. Es el momento de verter el wash en la cacerola y empezar a calentar...

Transcurrido un rato, y si ha hecho bien las uniones, de la punta del largo tubo en forma de media eme de macdonalds comenzará a gotear... alcohol casi puro. ¡Ni se le ocurra beberlo..., estará muy caliente! Pero, además, ese alcohol es venenoso, es metílico. Recójalo en cualquier cacharro que tenga a mano y guárdelo para, con posterioridad, usarlo para quemar.

Claro que, llegará un momento en que el alcohol ya no será metílico. Las gotitas serán entonces de una mezcla de alcohol etílico con agua. ¡No se lo pierda, esa es la parte buena! Recójalo cuidadosamente y guárdelo.

¡Uff..., creo que estaba un poco fuerte!

Saber en qué momento se debe dar el corte para pasar de alcohol venenoso a aguardiente aprovechable, no es cosa fácil; aunque, p.e., si mezcla  las gotitas que caen con pólvora y sale todo volando, no hay duda, el licor era muy fuerte. En caso contrario, póngale una cerilla y si no arde, no hay duda, el licor es muy flojo y el destilado debe ser devuelto al gran pote.

Resumiendo, de lo destilado, guarde la porción del medio y rechace las dos porciones restantes, pudiendo devolver la tercera al wash original para su redestilación. Cuando haya terminado, tire los restos que hayan quedado en la cacerola, lávela y úsela para volver a destilar la porción de aguardiente reservada. ¡Y ya casi tenemos el whisky...! Pero antes...

Acérquese a la tienda de la esquina y compre un pequeño barril de jerez. Bébaselo... pero poco a poco, no se pase. Cuando haya terminado, vierta el producto de su segunda destilación en este barril... y espere tres años. No hace falta que espere más porque, total, el whisky que habrá obtenido será intragable... pero, eso sí, será whisky. Y es más, si todo lo anterior lo ha hecho en Escocia, su whisky será un perfecto single malt escocés...

Puesto de fabricación, venta y reclamaciones

domingo, 27 de junio de 2010

Oban / km 1750

-
Paisaje entre Inveraray y Oban. Foto: j.cerdeira

Este pueblo, magníficamente situado frente al gran estuario del Lorn (Firth of Lorn) y protegido por la isla de Kerrera, es un frecuentado lugar de vacaciones en Escocia y puerto de transbordadores para las islas Hébridas. En esta pequeña ciudad se pueden ver sopladores de vidrio, fabricantes de pisapapeles o una destilería de whisky, pero, como en toda la costa oeste de las Highlands, lo importante es, sin duda, su maravilloso paisaje.

En lo alto del pueblo puede verse un extraño edificio circular, nunca terminado, cuyo único fin era, al parecer, dar trabajo a la gente del lugar en un momento de fuerte crisis, y a cinco kilómetros se hallan las ruinas de Dunstaffnage Castle, enclavadas en una pequeña península.


Seguimos, ahora, nuestro camino por esta costa maravillosa, tal vez, la más bella de Gran Bretaña, aunque las guías dicen que existen otras. He aquí las cinco mejores:

La costa Norte y Oeste de Escocia.
Dunstanburgh, Bamburgh y Lindisfarne.
Lulwortj Cove en Dorset.
El sendero costero de Pembrokeshire.
Alum Bay en la Isle of Whight.

sábado, 12 de junio de 2010

Inveraray / km 1650

-
Estos son los dominios del pequeño Red John of the Battles. Foto José Cerdeira

Estas son las tierras del Duque de Argill, jefe de los Campbell, uno de los más poderosos clanes escoceses. Aquí, en el siglo XVIII, el decimosegundo Duque, mandó construir un castillo de estilo gótico en un paraje de una belleza sin par. Visto desde la orilla opuesta del lago Fyne, con sus cuatro torres redondas y simétricas reflejadas en el agua, forma una imagen inolvidable.

Inveraray reflejado en las tranquilas aguas del lago. Foto: José Cerdeia

Lástima. Mariló no podía ni moverse. Ni por la ventana, situada al lado de la cama, pudo asomarse... así que no nos entretuvimos. Pero aquella belleza la recordaré siempre.

El pueblo está a muy corta distancia, rodeado de bosques y a orillas del mismo lago. Su cárcel parece ser muy interesante aunque no la vimos. En el Cherry Park se puede ver un museo que evoca el entrenamiento de 250.000 hombres para el desembarco de Normandía en el famoso "Día D" de aquel 1944, pero tampoco lo vimos... No importa, la belleza de Inveraray está, seguro, en su entorno incomparable.

Brumas, misterio,  mágicos espejos.... (¿Que no ve el lago? Fíjese bien.). Foto: j.cerdeira

La carretera continúa entre algunos de los paisajes más bellos de la tierra. Cada pocos kilómetros, hay pequeños apartaderos en los que se pueden detener los vehículos para disfrutar de tanta belleza. Nos paramos en todos, aunque claro, Mariló no pudo verlos...

A mi lado Pablo había tomado los mandos como copiloto, como el hombre del mapa. Fue una revelación:

- Ahora, pasada una pequeña pista forestal que sale hacia la derecha, hay un paso sobre el ferrocarril... ¡Eso es! Ahora el desvío está como a media milla. Recuerda que es hacia la derecha...

Era mediodía. Estábamos a menos de diez kilómetros de Oban y este era el sitio (Kilninver) que nos habían recomendado nuestros compatriotas para tomar marisco. ¿Se podría levantar Mariló? Con mil y un esfuerzos lo consiguió. Amparándose en mí, llegamos hasta el restaurante. Fue una pena: el restaurante no valía el esfuerzo. Pagamos poco... pero comimos menos. Y, otra vez para Mariló, el trabajoso regreso a la AC. ¡A cama.!

viernes, 21 de mayo de 2010

Loch Lomond / km 1605

-
Loch Lomond

El Lomond es el mayor de los lagos de Gran Bretaña, con una extensión de más de 250 kilómetros cuadrados. Alberga, además, unas treinta islas completamente cubiertas de bosques y el paisaje que lo rodea es de una gran belleza. Desde el Ben Lomond, al Norte, se tiene la mejor y más completa vista del lago.

Loch Lomond

Por la mañana, cuando nos levantamos, Mariló tenía un fuerte dolor de espalda. Y al decir fuerte, quiero decir fuerte, como sólo los que padecen de la espalda saben por experiencia. Todos estábamos muy preocupados. ¿Qué hacer? Otras veces le había pasado algo parecido y, con masajes, un poco de calor y reposo, había mejorado. ¿Los médicos? Bueno en estos casos no hacen milagros...

Estábamos a 2.600 kilómetros de Madrid. Mariló no podía moverse de la cama ni en la cama, pero, decidimos esperar un día a ver como evolucionaba la cosa...
El loch Lomond desde el ben Lomond

Desde la AC, el Lomond se veía cubierto por jirones de neblina que le daban una belleza un tanto trágica. Nosotros lo abandonamos para seguir la carretera A83 que cruza paisajes increíblemente bellos. A nuestra izquierda dejamos el Loch Long y cruzando un pequeño puerto de nombre evocador (Rest and be Thankful), entramos en el Glen Fyne.

El loch Lomond

Cada cierta distancia, la carretera dispone de miradores donde parar un rato para observar el bellísimo paisaje. Estos pequeños aparcaderos son muy útiles para disminuir al mínimo los accidentes provocados por la falta de atención de los conductores.

Digamos, además, que, llegados a Escocia, los conductores continentales nos sentimos ya suficientemente acostumbrados a conducir por la izquierda como para no tener que prestar excesiva atención al hecho, provocando una cierta relajación que puede no ser buena. A ello se suma el robo de atención causado por la belleza del paisaje para que pueda producirse el despiste y salgamos de un aparcadero... ¡conduciendo por la derecha! Las estadísticas confirman este hecho y son muchos los conductores continentales que tienen su primer accidente justo en Escocia.

Claro que, a la salida de todos los aparcamientos, hay un visible cartel, escrito en todos los idiomas comunitarios, que nos recuerda el ...conduzca por su izquierda.

domingo, 9 de mayo de 2010

Stirling / km 1473

-
El castillo de Stirling

Stirling es una ciudad de la Escocia central, encaramada en un promontorio rocoso y bañada por el río Forth. Su historia está relacionada con la de su importante castillo que fue residencia real escocesa durante varios años.

Stirling se convirtió en residencia real con el advenimiento de los Estuardos y alcanzó su época dorada bajo Jacobo IV, un verdadero príncipe renacentista.
Jacobo V fue coronado aquí, al igual que su hija, Mary Queen of Scots. Aquí, en la capilla real, se bautizó, también, su hijo, el futuro Jacobo VI de Escocia y I de Inglaterra, siendo precisamente con la marcha de Jacobo cuando Stirling perdió su estatus real.

En Stirling debe visitarse su castillo que, como hemos visto, fue palacio real y en cuyas proximidades se desarrollaron numerosas batallas. Además del castillo, es muy bonita toda la parte alta de la ciudad y, en especial, la iglesia de Holy Rood en la cual fue coronado el infante Jacobo VI en 1567, con John Knox leyendo el sermón.

Cerca está, también la casa de Lord Darnley, que nos introduce en la vida de María Estuardo.

Farola en Stirling. Foto: José Cerdeira

Enrique VIII de Inglaterra tenía un hermano, Jacobo, que reinó en Escocia con el nombre de Jacobo IV. El hijo de éste, Jacobo V, casado con la francesa María de Guisa (también llamada de Lorena), fue el padre de la gran María Estuardo.

La historia de María, Queen of Scots, no es la simple historia de un monarca más, si no un intenso drama que se desarrolla entre las casa reales de Escocia, Francia e Inglaterra a mitad del siglo XVI: historias de amor, de intrigas y de misterios que acompañaron los siete años del reinado de María.

María hereda la corona de Escocia, por muerte de su padre, cuando solo tenía una semana de vida. Desde ese momento, y con los enfrentamientos religiosos como trasfondo político, las principales cortes europeas, pero en especial la francesa y la inglesa, intentan influir en la educación de la joven reina.

Enrique VIII manda una fuerza a Escocia pretendiendo llevarse a María para que reciba una educación apropiada en Inglaterra. Los escoceses se dividen: los reformistas, con Knox a la cabeza, apoyan a Inglaterra, los católicos, con la ayuda de Francia, intentan defenderse. Escocia está sumida en una guerra civil. El ejército expedicionario inglés arrasa todo lo que encuentra y llega hasta Edimburgo. Pero los franceses, presionando desde la propia Francia, consiguen, después de la muerte de Enrique, que los ingleses se retiren de Escocia.

El precio a pagar por la ayuda francesa fue la educación de la joven reina. María fue llevada a Francia: tenía seis años.

Mientras duró esta situación, las políticas exteriores de Francia y Escocia marcharon unidas. María acaba casándose con el delfín de Francia y, al año siguiente, se convierte en reina al acceder su marido a la corona con el nombre de Francisco II.

María, una reina sin reino

No duró la dicha. Un año más y María se queda viuda y sin un descendiente que pudiera heredar el trono dejado vacante. Aislada en Francia, debió volver a Escocia en donde su madre también acababa de morir.

Isabel I, nueva dueña de Inglaterra, todavía intentó capturar a la reina de los escoceses antes de que ésta llegara a su patria, pero una niebla espesa permitió que el barco con la comitiva real no fuera detectado. Claro que, en la vieja Caledonia, continuaban las luchas fraticidas entre los distintos frentes religiosos...

Y María las complicó aun más. Ella era muy alta, todos los hombres le resultaban bajos, así que..., en cuanto vio a Lord Darnley, delgado, pálido, ojos negros, uno noventa de estatura, se enamoró de él. Un mes más tarde se casaban.

Las bodas debieron ser fastuosas. John Knox multiplicaba sus sermones en Stirling, en donde había sido la boda, criticando los excesos de una celebración que duró tres días...

Pero a María, el amor por Darnley le duró poco. Sus horas de ocio las pasaba con un asesor y músico de cámara italiano llamado David Riccio, del que Darnley debía sospechar algo, aunque probablemente sin razón, pues, el pobre Ricio, era jorobado y sin ningún tipo de atractivo físico conocido.

La cosa acabó mal. Entre el marido celoso y algunos partidarios suyos asesinaron al pobre Riccio, dándole numerosas cuchilladas delante de la propia reina y, cosas de la vida, como donde las dan las toman, Darnley acabó, también, asesinado. Nunca se supo quien lo hizo... pero, como a rey muerto rey puesto, María aprovechó para casarse de inmediato con el Conde Bothwell, esta vez por el rito reformado.

Máscara mortuoria de María conservada en el Lennoxlove Castle

¿Y los católicos? Cabreados. ¿Y los reformistas? Como siempre, contra ella. No le quedaban apoyos. Hubo de dimitir en favor de su pequeño hijo (Jacobo VI) pidiendo ayuda a su prima Isabel, reina de Inglaterra, con la vana esperanza de recuperar su trono. Pero no conocía a Isabel...

Diecinueve años más tarde moría ejecutada en la Torre de Londres. Todo ese tiempo lo pasó prisionera de su querida prima, entre conspiración y conspiración...

Escocia en todo su espledor. Foto: José Cerdeira

Desde Stirling, seguimos hasta Callander, a la puerta de los Trossachs. Este precioso parque, con sus numerosos lagos como el Venachar, Katrine, Drunkie, Ard, etc. disfruta de una justa fama, fama que nosotros a penas disfrutamos, dado lo brumoso del día y lo cerrada de la vegetación que se aunaban para impedir una visión adecuada. Así que continuamos hasta Tarbet, a orillas del Loch Lomond donde dormimos.
_______________

P.S.: En el "post" anterior, cuando nombrábamos a algunos escoceses famosos, nos olvidamos de uno muy importante cuyo nombre, Robert Stirling, concuerda con la ciudad que visitamos hoy. Robert Stirling es un nombre de la máxima actualidad porque inventó un motor (http://en.wikipedia.org/wiki/Stirling_engine ) que se adapta como anillo al dedo a la utilización de las nuevas energías alternativas.

sábado, 1 de mayo de 2010

Glasgow / km 1401

-
Jardín botánico (foto Gondor)

Glasgow es la tercera ciudad de Gran Bretaña y la primera de Escocia. Está atravesada por el río Clyde al que debe parte de su riqueza al desarrollarse su industria y comercio en función de esta importante vía navegable. La otra causa de su riqueza está en las ricas minas de carbón que favorecieron una fuerte industrialización especialmente durante el siglo pasado.

Comenzamos nuestra visita por la pequeña Catedral que es la única iglesia medieval escocesa que se salvó de las destrucciones de los reformistas anglicanos y que, a pesar de estar en obras, nos gustó mucho.

Por supuesto, Glasgow es Escocia. Foto: j.cerdeira

La ciudad en sí no suele atraer demasiado a los turistas, pecando de todos los problemas típicos de las zonas muy industrializadas. Sin embargo, Glasgow dispone de unas impresionantes colecciones de arte como la Art Gallery and Museum, con ricas colecciones de pintura, ciencias, arqueología y etnografía y la Burrell Collection que es una de las colecciones privadas más importantes del Reino Unido (tal vez equivalente a la madrileña Colección Tyssen).

Glasgow es la patria chica del gran arquitecto Mackintosh, uno de cuyos edificios es hoy la Glasgow School of Art que fue construido entre 1897 y 1909.

Stirling. Foto: j.cerdeira

Salimos de Glasgow a media tarde con dirección a Stirling, tomando para ello la autovía A80 y luego la Autopista M80. La distancia es corta y el tráfico no era excesivo.

- Pablo, ¿cómo llevas lo de los grandes escoceses?
- De momento, entre inventores, descubridores y científicos, he localizado a más de cincuenta.
- A ver, cuéntanos...
- ¿Os los leo...? Aquí tengo la lista..., bueno, están un poco mezclados pero supongo que no importará demasiado. Voy con inventores y descubridores:

La iluminación a gas: William Murdoch
La bicicleta: Kirkpatrick Macmillan
La máquina de vapor: James Watt
La imprenta rotativa: Thomas Nelson
El frigorífico: James Harrison
Obtención artificial de hielo: Lord Kelvin
El termo: Sir James Dewer
La segadora mecánica: Patrick Bell
El neumático: John Boyd Dunlop
El telescopio de reflexión: James Gregory
Extracción de petróleo de esquistos: James Paraffin Young
El primer gran piano: John Broadwood
El caleidoscopio: Sir David Brewster
La radiotelegrafía: Lord Rutherford
El teléfono: Alexander Graham Bell
El firme de carretera: John McAdam
El plexiglás: J.W.C. Crawford
La tela impermeable: Charles McIntosh
El terylene (o dacron): J.T. Dickinson
El radar: Sir Robert Watson-Watt
La televisión: John Logie Baird
El Cloroformo: Sir James Young Simpson
El parásito de la malaria: Sir Ronald Ross
Los Logaritmos: John Napier
Los gases inertes: Sir William Ramsey
La penicilina: Sir Alexander Fleming
Las cataratas Victoria: Sir David Livingstone
Primer catálogo de 34.000 estrellas: Johan von Lamont
Las cajas de ahorros: Rev. Dr. Henry Duncan
La educación universal: John Knox
El banco de Inglaterra: William Paterson
...

- Pero, ¿seguro que son todos escoceses?
- ¡ Qué te crees...! Yo hago las cosas per-fec-tas.
- ¡ Y eso en un país con menos habitantes que Cataluña...!
- Yo todavía sé otra cosa que inventaron los escoceses -dice Fernando, entre tímido y sonriente.
- ¿Sí? ¿Qué cosa? - pregunta Pablo, incrédulo.
- El alambre.
- ¿El alambre...?
- Sí. ¿No sabías que el alambre lo inventaron dos escoceses que habían encontrado una moneda de un penique?
- No, hombre, no. Eso fueron dos catalanes con una peseta...
- Bueno, ¿me dejáis terminar...? Me faltan los científicos...
- Sí, sí; sigue:

David Hume: filósofo
Adam Smith: economista
Robert Burns: poeta
Walter Scott: escritor
Rober Louis Stevenson: escritor
Thomas Telford: ingeniero civil
Clerk Maxwell: físico
...

- Bueno, vale..., ¡corta ya el rollo!

domingo, 25 de abril de 2010

Lanark / km 1361

-

A menos de dos kilómetros de distancia de Lanark surgió entre los años 1800 y 1830 New Lanark, bajo el impulso del socialista utópico Robert Owen. Es un pueblo preparado para unos 1.200 habitantes, autosuficiente y con un urbanismo modernista en el que las viviendas están dispuestas en semicírculo, rodeadas de campo y con los servicios básicos ubicados en el centro.
-
Robert Owen

No nos entretuvimos. Era ya tarde y, cansados, deseábamos llegar a un sitio en le que poder pasar la noche. Ya anochecía cuando, a lo lejos, entre brumas, divisamos la ciudad de Glasgow. El sol hacía rato que había desaparecido tras las todavía rojizas nubes escocesas. La temperatura era agradable pero amenazaba lluvia.

Parece que una parte de nuestro conocido "marisco da ría" procede de Oban, en Escocia

Dado que era la hora de cenar, optamos por parar en una área de servicios, en donde, además, podríamos comprar el correspondiente plano de la ciudad.

- ¿Qué hacemos con la cena, comemos aquí o vamos al restaurante?
- No sé. Mejor nos bajamos a ver qué tal está. Me parece que es un autoservicio.
- Vale. Hecha tú un vistazo mientras yo espero a que termine Pablo. Que te acompañe Fernando.

El restaurante era el habitual de las autopistas británicas, un autoservicio no muy abundante donde, lo más apetitoso, solían ser los sándwiches. Esperamos a Mariló y a Pablo y nos dispusimos a cenar.

- Esos dos que están ahí, apostaría a que son españoles -dice Mariló señalando a una mesa.
- Espera, -dice Pablo- voy a pasar por allí a ver si los oigo hablar...

Los tres tristes sándwiches que cogimos para cenar nos duraron bastante poco. Así que me levanté a por unos cafés que, aunque los cafés británicos no son especialmente apetecibles, a buen hambre no hay pan duro. Al pasar al lado de nuestros paisanos les deseé buenas noches y, una vez trasladados de mesa, comenzamos a hablar.

La vida de los camioneros es muy dura. Dos veces por semana suben desde la lejana España a estas húmedas tierras escocesas. Por aquí no hay más españoles que ellos. Los turistas llegan, tal vez, a Edimburgo... y en verano, pero por las carreteras... solo ellos. Se conocen todos:

- Hasta aquí subimos ocho camiones españoles. Uno de Madrid, los tres de Galicia, el de Bilbao... nosotros y otros paisanos asturianos y... ¿quién me falta...? No sé. Hoy están aquí también los de Madrid, que me parece que son de San Sebastián de los Reyes, pero se han ido a cenar a un sitio ahí al lado. Luego vendrán a tomar café.

- ¿Y qué transportáis hasta aquí?
- Bueno, venimos al marisco, especialmente a la nécora y a la cigala.
- ¡No me digas! ¿Y los gallegos también?
- Sí, claro.
- O sea, ¿qué éste es el famoso marisco da ría?
- Exactamente. Mira, dos de los que suben aquí son de O Grove.
- ¿Y donde cargáis? Quiero decir, ¿dónde se puede comer buen marisco... y barato?
- No cargamos todos en el mismo sitio. Nosotros lo hacemos cerca de Oban. En cuanto a lo de barato... bueno. Pero aquí no se come muy bien, ya sabréis...
- ¿Y, entonces, solo lleváis nécora y cigala?
- Normalmente sí. A veces hemos cargado centollo, pero en Francia, en Bretaña. El centollo necesita aguas más calientes.
- ¿Es duro esto, verdad?
- Sí, pero ¿qué vas a hacer? Yo tenía unas vaquines allí en Asturies pero, ya sabes, trabajas todo el día como un animal y no sacas nada. Quieres mandar a la niña a estudiar y... ¿qué? te cuesta más de lo que ahorras. Y vosotros..., ¿vais a dormir aquí?
- Sí, supongo que sí. ¿Es buen sitio, no?
- Nosotros, cuando subimos, siempre paramos aquí. Esta es buena gente. No sé si os cobrarán algo pero...
- No, no. Ya hemos preguntado y nos han dicho que si era una noche sola que no nos preocupáramos...
- ¡Ves, y luego dicen de los escoceses! Pues poner la AC allí entre el camión de Madrid y el nuestro. Allí estaréis bien porque, al otro lado están los termokines y no os dejarían dormir...

Era ya muy tarde. Nos fuimos a cama felices. Desde Chester no habíamos vuelto a ver a ningún compatriota... y, ya ves, aquí cuatro. Nos dormimos pronto... pero, a eso de las dos, nos despertaron unos golpes seguidos de unos gritos:

- ¡Pacoooo..., despiértate, coño!

Más golpes y los mismos gritos. Así una y otra vez, hasta que, por fin, Paco debió despertarse... y dejar entrar a su compañero. Luego volvimos a dormirnos tranquilamente. Por la mañana, cuando nos fuimos, nuestros compatriotas seguían allí, no sé si todavía durmiendo.

domingo, 11 de abril de 2010

Lockerbie / km 1327

-
El ayuntamiento de Lockerbie

Pequeña población de los Borders, ya del lado escocés, y tristemente famosa por la acción terrorísta que destruyó un avión americano que sobrevolaba la población. El asunto todavía colea con más de un problema para Libia a quien se acusa de encubrir a los presuntos terroristas.

Estamos ya en Escocia. Es, por tanto, un buen momento para pasar revista a su gente.

El mundo se imagina a los escoceses como gente seria, práctica en todos los sentidos, tacaños con su dinero, callada, sin mucho sentido del humor y, tal vez, reservada. Pero no siempre los escoceses son así. Pueden hasta reírse de sí mismos como en esta noticia dada en el Glasgow Herald:

Dos ladrones que habían roto el escaparate de una joyería y robado su contenido, fueron apresados por la policía horas más tarde... cuando volvieron para recuperar el ladrillo.

O en esta otra historia contada en Edimburgo:

Un terrateniente escocés se había caído a un pozo en pleno mes de Diciembre. Su mujer llegó corriendo y le dijo:
- Tranquilo, Jock. Rápidamente llamaré a los obreros y vendrán a sacarte.
- No, espera. - dijo el congelado marido con mucha dificultad - No los llames ahora. Creo que resistiré nadando hasta la hora de comer y así los muchachos no perderán de trabajar.

Y tampoco son tan tacaños. Un famoso escocés, Andrew Carnegie, después de ir a América y convertirse en el hombre más rico del mundo, decidió, antes de morir, donar 300 millones de dólares a obras de beneficencia. ¿Quién da más?

Sin embargo, también se dice que el gran Alexander Graham Bell, el inventor del teléfono, tuvo serios problemas para establecer se primera llamada telefónica. Al parecer, la intentaba... ¡a cobro revertido!

Sir Winston Churchill lo decía bien claro:

- Lo único malo de los escoceses es que son pocos.

Claro que algún ejercitador de bíceps en barra podría decir:

- Pues menos mal, porque si no ¿qué beberíamos nosotros?

Pocos sí, pero... ¡cuidado! Ellos inventaron el whisky, ellos inventaron el golf y un hijo suyo fue el primer hombre en pisar la luna. No está mal, ¿eh?

sábado, 30 de enero de 2010

Carlisle / km 1282

-
"Be Just and Fear Not"
Es una antigua ciudad, fundada por los romanos con el nombre de Luguvallium y situada a la izquierda del río Eden. Durante la edad media, su situación en los Borders, la hizo ser arduamente disputada entre Inglaterra y Escocia.

Su principal interés artístico reside en ser punto de partida para la visita al Muro de Adriano, aunque son también destacables su Catedral, construida en piedra arenisca, una de las más pequeñas de Inglaterra y el Museo y Galería de Arte dedicada, en gran parte, a temas arqueológicos relacionados con la situación fronteriza.

Nosotros no nos entretuvimos demasiado en Carlisle, pero sí el tiempo suficiente para comprar un nuevo avión con propulsión de goma... ¡qué se le va a hacer! Tal vez así podremos entrar en Escocia... volando.

lunes, 18 de enero de 2010

HAITÍ DEVASTADO

-



¡POR FAVOR, AYÚDAME!

Los gallegos de Madrid, reunidos bajo el lema "Madrigallegos solidarios" quieren contribuir en la medida de sus fuerzas a paliar la catástrofe de Haití. Para ello han formado un grupo inicial de colaboradores que, en nombre de todas las asociaciones de gallegos de Madrid, pueda coordinar la ayuda y dirigirla hacia los necesitados. El grupo, al que puedes apuntarte cuando quieras, está formado inicialmente por:
  • Andrés Ramos
  • Carlos de Blas Armada
  • Ovidio Cadenas
  • Manuel Seixas
  • Melquiades Álvarez y
  • José Cerdeira
En el blog http://madrigallegossolidarios.blogspot.com/ podrás encontrar la información oportuna de las distintas actividades que se vayan realizando. En todo caso, desde este momento queda abierta en Caixa Nova una cuenta corriente con el número: 2080 0590 01 0040004173 para que podáis colaborar directamente. Los ingresos en esta cuenta podéis hacerlos de forma anónima o nominal, entendiéndose en este caso que aceptáis la posible difusión de vuestro nombre. En principio, los fondos recaudados serán entregados a Cáritas.

En nombre del pueblo de Haití, gracias por vuestra colaboración.

domingo, 10 de enero de 2010

Keswick / 1150

-
Keswick, a la orilla del Derwent Water

Desde el Sur del lago Windermere tomamos una estrecha carretera de montaña que nos lleva a lo largo del Coniston Water y los lagos Grasmere y Thirlmere hasta Keswick, a orillas del Derwent Water, frente a las más altas cumbres de Inglaterra.

Keswick

Aunque actualmente la principal industria de Keswick es el turismo, la industria que le dio fama fue la fabricación de lapiceros de colores, tema sobre el que hay un museo mantenido por la fábrica de lapiceros de Cumberland.

A tres kilómetros del centro se encuentra el Castlerigg Stone Circle, círculo formado por 38 enormes piedras ( tal vez hombres petrificados por las brujas del lugar, según cuenta la leyenda) clavadas en la tierra y datadas en la edad del bronce.

Jacobo VI de Escocia y I de Inglaterra
Y, ahora, camino del lejano Norte, aprovechamos para recordar a una de las más conocidas dinastías que gobernaron Gran Bretaña, la dinastía escocesa de los ESTUARDOS.

A la muerte de Isabel I le sucedió en el trono inglés el monarca escocés Jacobo VI con el nombre de Jacobo I de Inglaterra. Durante su reinado, se reforzó el prestigio de la monarquía y se inició la colonización de América. Pero las agitaciones políticas y religiosas se reprodujeron con el reinado de su hijo y sucesor Carlos I, lo que condujo a la guerra civil.

Cromwell toma el poder y suprime la monarquía y la cámara de los lores. Mientras tanto, un parlamento de radicales presbiterianos había condenado al rey a morir decapitado. Muerto Cromwell, se llamó a Carlos II, hijo del monarca decapitado, para asumir la corona. Durante su reinado, Londres sufrió la gran peste y un pavoroso incendio que lo redujo a cenizas.

Cromwell

La dinastía de los Estuardos termina con la reina Ana, la que regaló Blemheim a los Churchill. A su muerte, 1714, se produce la unión de las coronas escocesa e inglesa en la cabeza de Jorge I, instaurándose la dinastía actual de los Hannover/Windsor.

En una ocasión se hablaba ante Cristina de Suecia de la reciente decapitación del rey Carlos I de Inglaterra a manos de los partidarios de Cromwell, decapitación ocurrida en 1649. Todo el mundo se lamentaba:

- ¡Mira que... cortarle la cabeza...!
- No sé de qué os extrañáis -dijo la reina- al fin y al cabo, no le servía para nada.

Por cierto que, la camisa que llevaba Carlos I el día de la ejecución fue vendida en 1924 en subasta pública  en Londres.

El catálogo anunciaba: "...la camisa está bien conservada, a pesar de algunas manchas de sangre..."

Con Cromwell llegaron al poder los protestantes más avanzados que deseaban purificar la iglesia anglicana de lo que ellos consideraban como observancias supersticiosas heredadas del catolicismo. En general, las doctrinas puritanas derivaban de las ideas de Calvino y de seguidores suyos como el escocés John Knox fundador del presbiterianismo, reforma cuyo nombre proviene de la supuesta superioridad doctrinal del conjunto de los presbíteros sobre el magisterio individual de cada uno de los obispo (y, por tanto, del propio Papa).

John Knox
Para los puritanos británicos, los domingos eran algo especialmente sagrado. Debía de cesar toda actividad profana y aprovechar los espacios entre servicios religiosos para orar y leer libros piadosos, llegando los más devotos a bajar las persianas de sus casas. Y ¡ay de la esposa que cocinara, o del niño que molestara en la iglesia o silbara en su vuelta a casa! Su ética, estricta y exigente, generaba, sin embargo, un pueblo austero y trabajador.

Pero las intransigencias de las doctrinas puritanas hicieron que éstas fueran perdiendo prestigio, decayendo paulatinamente a partir de la restauración de los Estuardos en 1660.

Como hemos visto, para los puritanos británicos la vida era muy dura, pero, especialmente dura lo era para sus mujeres. Cuando alguna iba a contraer matrimonio, su madre, la instruía convenientemente antes de la noche de bodas:
- Haz lo que él te diga, hija mía, y luego..., cierra los ojos... ¡y piensa en Inglaterra!
 
Búsqueda personalizada