lunes, 29 de abril de 2013

Pitlochry / km 2120



Bonito lugar de vacaciones, muy concurrido, situado en la ladera de una colina y junto al gran embalse formado por el Tummel. Es sede de un afamado festival de teatro (Theatre in the Hills) que se celebra durante todo el verano y en el que participan las más famosas compañías de todo el mundo.
En la presa del Tummel existe una gran escalera para salmones que permite a éstos continuar río arriba salvando el desnivel de la presa. Al lado existen unos ventanales que permiten ver los miles de salmones que, en verano, saltan de de charco en charco ascendiendo por la escalera.
A pocos kilómetros de Pitlochry, al otro lado del paso de Killiecrankie, está el blanco castillo de Blair. Este castillo, que debe su blancura a una restauración de la época victoriana, es la residencia del décimo duque de Atholl y de los Atholl Highlanders, único ejército privado de Gran Bretaña, resto de un antiguo reino medieval, todavía al mando del poderoso Duque.
  
El pueblo de Blair Atholl, nacido en las proximidades del castillo, es una pequeña y romántica aldea con bellas y cuidadas casas de piedra y que se considera punto clave de las Highlands centrales.
El pasear por sus calles o sentarse en alguna de sus terrazas resulta muy agradable, a pesar de que el abundante tráfico estropea un poco la tranquilidad del pueblo.


 
La carretera A9 se adentra luego en el amplio valle del Tay que, a partir de Perth, se convertirá en un gran estuario, el Firth of Tay, camino de Dundee. Mientras seguimos camino hacia Perth, la antigua capital de Escocia, aprovechamos para recordar los diez lugares más fotografiados de Escocia, lo que nos da idea de su belleza. Helos aquí: 
  • El Castillo de Edimburgo.
  • Los jardines botánicos de Edimburgo.
  • El Castillo Stirling.
  • La aldea de New Lanark.
  • El Castillo de Caerlaveroch.
  • El Castillo de Dunrobin.
  • Las Cullin Mountains.
  • El Urquart Castle en Drumnadrochit.
  • El Ben Nevis.
  • El campo de golf de San Andrew.

viernes, 2 de marzo de 2012

Tomatin / km. 2000



Ver también: Fabricando whisky

La A9 es la carretera, a trozos autovía, que comunica Inverness con Edimburgo. Siguiendo esta carretera, pasado el kilómetro veinticinco, hay un desvío que conduce al pueblo de Tomatin. No, no es éste un pueblo muy destacado salvo por un pequeño detalle: huele demasiado a whisky.

Después de seguir un corto trayecto bien indicado se tiene acceso a la mayor destilería de whisky del mundo. Las visitas son bien recibidas y organizan recorridos por la destilería con abundantes explicaciones de todo el proceso de producción y maduración del Scotch.

Tal vez debamos decir que lo que se enseña es la destilería tradicional, la que produce las famosas maltas que llevan el nombre de la casa, pero no se muestran las modernas instalaciones, con destilación continua de whiskys grain que luego se vende a los distintos tratantes en whisky para hacer sus blenders.

La destilería es, en este momento, propiedad de grupos económicos japoneses y ese es, también, el destino fundamental de sus caldos.


Mientras haya whisky en la botella... Así canta una canción popular escocesa. La versión irlandesa es muy similar, dice: mientras haya whiskey... Cierto, la diferencia es bien pequeña (solamente una "e"), pero el orgullo de dos pueblos orgullosos está en juego. El uisgebaugh gaélico, ¿dónde fue inventado?

Si la respuesta es difícil para un experto, digamos en cambio que la mayor habilidad escocesa en asuntos de negocios han hecho la respuesta fácil para los no-tan-expertos: faltaría más, el whisky, también llamado scotch, es ciertamente algo escocés.

El whisky fue un asunto doméstico, cuando no ilegal, hasta bien entrado el siglo XIX en que, con el desarrollo de métodos de destilación continua, se sustituyeron los antiguos, y poco eficientes, alambiques caseros.

Pero la estandarización de la producción va muchas veces reñida con la calidad, por lo que los antiguos sistemas de producción se han mantenido para la obtención de aguardientes de gran calidad, destinados a ser envejecidos, y en general vendidos, sin ningún tipo de mezcla: son los llamados single malt, whiskyes con carácter, para connoiseurs.

La producción industrializada se centra fundamentalmente en la obtención de whiskys grain, que luego son mezclados (blended) en proporciones fijas, a veces con algo de whisky malt, hasta conseguir un sabor determinado.

Empresarios escoceses como John Walker, James Buchanan o los hermanos Dewar se hicieron de oro comercializando internacionalmente unas determinadas mezclas con las que consiguieron gran prestigio: era el scotch.

En Escocia subsisten actualmente unas ciento diez destilerías, si bien, algunas de ellas, en condiciones bastante precarias. Y es que, la destilación del whisky está tan extendida por todo el mundo que ni siquiera de algo llamado scotch puede afirmarse que no sea made in Calcuta, por decir algo.

Pero puede ocurrir también que, aun siendo un auténtico scotch, sus dueños no sean precisamente de las viejas y húmedas tierras caledonianas. Por ejemplo:

El ABERLOUR (Single Malt), destilado en el superfamoso valle del whisky (Glen Livet) pertenece a la firma francesa Pernod Ricard mientras que, el conocido CHIVAS (Blended deLuxe) es propiedad de la firma canadiense Seagram.

El ya mencionado TOMATIN (Single Malt) podría llamarse Takara Schuzo and Okura, nombre de su propietaria japonesa, aunque, claro, suena bastante mal. En cambio, el algo menos conocido LOCHSIDE (Single Malt), destilado en Montrose, al Sur de Aberdeen, (propiedad de la firma española: Destilerías y Crianza del Whisky, S.A.) bien podría llamarse DYC.

Pero sobre whiskys hay algunas otras curiosidades dignas de mención:

El Single Malt más vendido en el mundo es el Glenfiddich, mientras que, en Escocia (con, probablemente, paladares más expertos), ese honor le corresponde al Glen Morangie.

El Blended más vendido en el mundo es el Johnnie Walker (etiqueta roja) seguido de cerca por el J.B.Rare producido por Justerini & Brooks. Por cierto que, este Justerini, un tipo simpático de Bolonia, llegó a Londres siguiendo a una cantante de ópera por la que se sentía especialmente atraído. Allí encontró al socio que le llevó al mundo del whisky.

El Blended más vendido en USA es el Dewar's, mientras que en Japón lo es el White Horse. Por otra parte, el Blended más viejo (y, por supuesto, más caro) es el Ballantine's de treinta años.

La mayor destilería de Escocia es la ya comentada Tomatin con una producción de cinco millones de galones anuales de whisky. La más pequeña es la Edradour (propiedad de Pernod Ricard).

La destilería Banff tiene una curiosa historia que cuenta como, durante la segunda guerra mundial, miles de galones de whisky tuvieron que ser vertidos a un riachuelo para prevenir un incendio. Con este arroyo se regaron pastizales... y llegó un momento en que las vacas que los pastaban no pudieron mantenerse en pie para ser ordeñadas...

Highland Park es una destilería fundada por un curioso personaje: de día era predicador de la iglesia presbiteriana mientras que, de noche, trabajaba de contrabandista. En varias ocasiones fue pillado con su botella de whisky debajo del púlpito de la iglesia donde leía sus sermones.

Inmortal Memory (en recuerdo del poeta nacional escocés Robert Burns) fue proclamado, en la International Wine and Spirit Competition de 1991, mejor whisky blended del mundo, mientras que el título de best liqueur in the world recayó en el licor de whisky Atholl Brose.

The Macallan es el único single malt envejecido en barriles de Jerez durante todo el tiempo de maduración (otras destilerías sólo usan este tipo de barriles durante un corto período de tiempo).

100 Pipers (blend) debe su nombre a una antigua leyenda que asegura que al beber un buen whisky se puede oír tocar a un gaitero, a dos si el whisky es mild, a cuatro si es smooth, a cinco o seis si es mellow y, por supuesto, para poder escuchar a cien debe ser un whisky único.

Vat 69 (blended) debe su nombre al hecho de que, para encontrar la mejor mezcla, William Sanderson preparó hasta cien mezclas de distintos whiskys. La del barril número 69 (Vat 69) fue encontrada unánimemente como la mejor.

Drambuie (licor de whisky) era el licor personal de Carlos Eduardo Estuardo (Bonnie Prince Charlie). Después de la batalla de Culloden, en donde sus partidarios fueron arrasados, se quedó prácticamente abandonado. Solo unos pocos amigos le acompañaron en su huída hasta la isla de Skye. Entre estos amigos estaba el capitán John Mackinnon, nativo de la isla, y a quien, el Príncipe, recompensó por su lealtad entregándole la receta secreta de su propio licor.

Y, finalmente, The Glenlivet (single malt) fue la primera destilería del valle que legalizó su situación. Ello le causó numerosos problemas y su propietario, un tal Smith, tuvo que ir continuamente armado para defenderse de la ira de sus competidores ilegales. Por supuesto, el artículo determinado que le acompaña, se debe a que, existiendo otros muchos whiskys destilados en el Glen Livet, éste fue el primero en legalizarse y llevar el nombre del valle.


La carretera hacia el Sur discurre por paisajes de gran belleza, cruzando las montañas Grampian para adentrarse en el conocido Glen Garry que desciende hacia el valle del Tummel, cerca ya de Pitlochry. A nuestra izquierda hemos dejado la salvaje Forest of Atholl asentada en las laderas de las montañas grampianas.

domingo, 31 de julio de 2011

Culloden / km 1977

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La batalla de Culloden. 1746.

Es un lugar boscoso en donde tuvo lugar la última batalla por la restauración de los Estuardo en el año 1746 y en la que el ejército del Duque de Cumberland (Butcher Cumberland, el pequeño de los hijos de Jorge II) dio muerte a más de 1.200 highlanders seguidores de Bonnie Prince Charlie (The Young Pretender). En el lugar de la batalla hay un monumento y en toda la zona quedan recuerdos de los distintos clanes aniquilados en aquella batalla.

Prince Charles Edward Louis Philip Casimir Stewart
the Young Pretender or "Bonnie Prince Charlie"

En conjunto, el lugar no es muy interesante, salvo como documento histórico, y probablemente su único interés resida en poder recordar que aquella no fue solo una batalla entre ingleses y escoceses sino también una batalla en que había escoceses en cada uno de los bandos.

domingo, 17 de julio de 2011

Inverness / km 1967

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INVERNESS ESC

Esta es la verdadera capital de las Highland, aunque no lo sea desde el punto de vista administrativo. Fue, también, el lugar donde el rey Duncan tenía su castillo y donde, en el siglo XI, fue muerto por Macbeth (Shakespeare dixit) antes de correr él la misma suerte. Es punto de partida para el recorrido de las tierras altas escocesas y del famoso lago Ness.

Inverness ocupa un lugar del máximo interés estratégico, controlando la ruta del Gran Glen. Esto le ha hecho pieza codiciada para los clanes Highlanders, para los monarcas escoceses, para los monarcas ingleses y para los Jacobitas. La importancia del lugar fue, también, la causa de su ruina ya que, en la actualidad, no quedan edificios anteriores al siglo XIX.

A pesar de esa falta de méritos artísticos, el pasear por algunas de sus calles, como p.e. Church Street, es muy agradable y el ambiente relajado y festivo.

En Inverness pasamos la noche para salir al otro día temprano hacia Culloden, páramo situado a unos ocho kilómetros de distancia.

My heart's in the Highlands,
My heart is not here;
My heart's in the Highlands
A-Chasing the deer;
Chasing the wild deer,
And following the roe,
My heart's in the Highlands,
Wherever I go.

Robert Burns, 1790

sábado, 16 de abril de 2011

Drumnadrochit / km 1947

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So...  Nessie can't disturb our love!

Este es el punto de partida para la visita del más famoso lago escocés: el Loch Ness. De aquí salen los barcos que lo recorren y aquí se halla la exposición dedicada a la búsqueda del famoso monstruo Nessie, habitante del lago, escondido en lo profundo de sus frías aguas.

Serían las siete de la tarde cuando aparcamos en el principal mirador del lago. Desde este mismo sitio se avistó al monstruo numerosas veces desde el siglo VI en que aparece la primera referencia a tal inquilino. Nosotros observamos con atención no queriendo perdernos nada.

- Papi, coge la cámara porque... ¡cómo se le ocurra asomarse...! ¿Te imaginas? Seríamos ricos...

Sonriendo, nos quedamos mirando durante un rato a aquellas aguas misteriosas. Ninguno decía nada... Intentábamos no darnos cuenta... pero ¡allí había algo...! Fernando fue el primero que se atrevió a preguntar:

- Pero... ¿qué es?
- No sé... Tal vez las estelas de dos barcos que, al cruzarse, forman ese remolino...

No me lo creía ni yo. Unas pequeñas olas concéntricas, en el medio del lago, como si alguien hubiera lanzado una piedra... Pero, ¡qué olas! Las olas son centrífugas..., nunca centrípetas, como éstas. Pasó un rato en que ninguno nos atrevíamos a decir ni pío. Y eso que era en familia... Intentábamos alejar de nosotros ideas que sólo a un tonto se le podían pasar por la cabeza.

- Mira. Parece como si el centro se desplazara... ¿te fijas? Va dejando como una estela...

Me froté los ojos un par de veces sin que se diesen cuenta. Pero, ¿qué coño era aquello? Ya empezaba a estar nervioso. Los niños empezaron a hacer chistes... A mí, la mente ya no me funcionaba. ¡Tal vez el cansancio...!, pensé.

De pronto pude respirar. Un cacharro rojo, como de unos cinco metros de largo, salió a flote... No había duda: era un pequeño submarino. Sí, más tarde me enteré: por unas cuantas libras podías hacer de Capitán Nemo, en aquellas frías aguas, buscando al monstruo en un pequeño submarino apto para cinco pasajeros. De verdad, hubo un momento en que el nerviosismo se apoderó de mí...

¡Para caballeros... para señoras! Foto: j.cerdeira

Cerca de Drumnadrochit, se pueden visitar, también, las atractivas Falls of Diwach, al parecer muy bellas, y que nosotros no visitamos a causa de la hora que era.

¿Es éste Nessie?
Dos jóvenes, que no se conocían, viajaban en un autobús propiedad de la E.M.T. de Inverness y que cubría la línea al famoso Loch. El uno, con un pendiente en la nariz, llevaba sobre las rodillas un periódico español. El otro, con el pelo teñido de verde con reflejos rojos, se le quedó mirando y, finalmente, intentando romper el fuego, dijo:

- ¡Español, eh! ¿De dónde eres?
- De Lepe.

El del pelo verde con reflejos rojos se quedó pensativo durante un buen rato hasta que finalmente murmuró:

- ¡De Lepe, eh...! ¡vaya mierda de pueblo... y vaya mierda de chistes!

El del pendiente no pareció inmutarse mucho. Se quedó como mudo durante un tiempo, mirando por la ventana al oscuro granito de las casas de Invernes. Pasó un rato y, al fin, preguntó:

- ¿Y tú, de dónde eres?
- De Leganés.

Ambos se quedaron en silencio, con sus miradas lánguidas clavadas en los respectivos asientos delanteros, sin decir nada. Pasó un buen rato hasta que el autobús se paró en un semáforo. Entonces, el del pelo verde con reflejos rojos aprovechó para comentar:

- ¡De Leganés, eh...! ¡vaya mierda de lago... y vaya mierda de monstruo!

Dedicado a los presentadores de Clásicos Populares.

sábado, 26 de febrero de 2011

El castillo de Urquhart / km 1942

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Urquhart Castle. Foto j.cerdeira
Las ruinas del castillo de Urquhart, que una vez fueron uno de los castillos más grandes y estratégicamente mejor situados de Escocia, todavía permanecen como guardianes silenciosas de las misteriosas aguas del mundialmente famoso Loch Ness.

Este castillo, antaño situado a cincuenta pies por encima del lago Ness y hoy a solo cuarenta y cuatro, como consecuencia de la elevación del nivel del lago cuando se construyó el canal de Caledonia, tuvo una inmensa importancia al controlar todo el tráfico por el Great Glen. Como consecuencia de esta estratégica situación, la historia de Urquhart es una historia de continuas construcciones y destrucciones, de continuos cambios de dueños, de permanentes intrigas.

Las actuales ruinas son consecuencia del desmantelamiento llevado a cabo en 1689 por las propias fuerzas gubernamentales como medida de seguridad contra su posible utilización por fuerzas subversivas (jacobitas).

Desde aquí, las vistas sobre el lago son insuperables y, curiosamente, parece que éste es el sitio que mantiene el récord de avistamientos del famoso Nessie, aunque, a decir verdad, este récord también lo reclaman otros puntos del lago.

El castillo de Urquhart frente al lago Ness. Foto j.cerdeira


viernes, 18 de febrero de 2011

Fort Augustus / 1907

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The great glen way
La carretera desde Fort William a Fort Augustus sigue el gran valle (Great Glen) del que forma parte el Loch Ness. Un canal (Caledonian Canal) sigue longitudinalmente el valle permitiendo la navegación de pequeñas embarcaciones desde Inverness, pasando por el lago Ness, el Oich y el Lochy, hasta Fort William, ya en el Loch Linnhe, sin necesidad de bordear las Highland Noroccidentales.

En Fort Augustus, pequeño pueblo situado en el extremo Sur del lago Ness, nos entretuvimos observando el funcionamiento de las esclusas que, en número de ocho, permiten a los barcos subir desde el lago inferior (el Ness) hasta el lago superior (el Oich).


Desde Fort Augustus la carretera bordea el legendario Ness por su orilla Occidental. El paisaje es bellísimo especialmente a esta hora de la tarde en que ya las sombras empiezan a alargarse. Las aguas profundas y oscuras del más famoso Loch de Escocia reflejan en negro a las coníferas que cubren de verde las laderas del lago.

martes, 25 de enero de 2011

Fort William / km 1853

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El imponente Ben Nevis
 
Cruce de carreteras a orillas del Loch Linnhe y punto de partida para las ascensiones al famoso Ben Nevis que con sus 1.344 m es la cumbre más alta de Escocia y de toda Gran Bretaña.
 
El ambiente en Fort William era festivo. Numerosos grupos de gaiteros, ataviados con la típica indumentaria escocesa a base de tartanes y sporrans, recorrían las calles haciendo sonar sus gaitas y atronando las calles con sus tambores. El ambiente era fenomenal a esas horas de la tarde/noche.
 
Nosotros, después de visitar el centro de información turística y comprobar que la salida del teleférico al Ben Nevis estaba como a unos cuatro kilómetros, decidimos irnos hasta allí y dormir al lado de la montaña más alta de Gran Bretaña.
 
Después de la cena aprovechamos para repasar las montañas más interesantes y he aquí las cuatro seleccionadas, por la ya varias veces citada revista Practical Photografy, como más bellas de Gran Bretaña:
  • El Ben Nevis cerca de Fort William.
  • Los Pennines.
  • Kinder Scout y Mam tor en Derbyshire.
  • Las Cuillin en Skye.
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Amaneció un precioso día de sol. A las nueve de la mañana hacíamos ya cola para tomar el teleférico hacia las proximidades del famoso Ben. Poco después, cuatro españoles tomábamos asiento en una reluciente cabina austriaca de este rápido teleférico suizo, instalado en las tierras altas de Escocia.

El teleférico no sube al Nevis, sino a una de las montañas adyacentes, siendo necesario luego caminar durante un par de horas hasta llegar al pico. El paisaje que se divisa desde lo alto es bellísimo, destacando especialmente esa suave variación de tonalidades, que van del verde al naranja pasando por un sin fin de colores intermedios, tan típico de las montañas escocesas.

Un servicio de helicópteros permite recorrer las cimas pero, para desgracia nuestra y por alguna razón que desconocemos, ese día no estaban operativos. El vuelo, de unos diez minutos de duración, debe ser como para no olvidar.
 

sábado, 8 de enero de 2011

Glen Coe / km 1830

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Glen Coe

Lugar emotivo por excelencia para un escocés. Emotivo es su increíble paisaje, emotivo es el recuerdo de aquella noche de Febrero de 1692.

Muchos de los clanes escoceses habían mantenido su tradicional fidelidad a los Estuardos por lo que no eran muy de fiar para el nuevo rey Guillermo III, Duque de Orange y primero de la dinastía de Hannover. Para conocer hasta qué punto podía confiar en estos pequeños ejércitos particulares, ordenó, con carácter general, que se le prestara juramento de fidelidad.

Por alguna circunstancia no muy bien explicada, el jefe del clan de los MacDonald se retrasó unos días en cumplir con lo ordenado. Ello desencadenó las iras (o, tal vez, el temor) del nuevo rey que inmediatamente decidió tomar represalias.

La labor se la encomendó al Duque de Argill, jefe del clan rival de los Campbell, que siempre se había mantenido opuesto a los estuardos y que, lógicamente, haría de buen grado cualquier cosa que perjudicara a su poderoso rival. El Duque condujo a sus fuerzas hannoverianas hasta el valle de Glen Coe y allí, mediante buenas palabras, consiguió alojar a sus tropas en las casas del clan de los MacDonald.

Fue entonces cuando, en aquella noche inhóspita de Febrero, se produjo la gran traición. Las tropas hanoverianas, mandadas por el Duque de Argill (también llamado Red John of the Batle) comenzaron a matar a sus anfitriones sin dejar escapar a nadie. Todos los varones de menos de setenta años fueron pasados por las armas. Fue una matanza preparada, en masa, horrible. El valle quedó reducido a la nada y el poderoso clan a punto de desaparecer.

Nadie podrá olvidar... Nunca. Pero ésta es una tierra práctica, así que, si se le puede sacar algo a la desgracia... Ahora, numerosos turistas, especialmente británicos, recuerdan la tragedia y, al mismo tiempo, colaboran con la economía del valle...

Edwardian painting of the site of the infamous 1692 massacre
of the MacDonald clan in Glen Coe, Argyll

En Ballachullish, donde antes estaban los transbordadores que cruzaban el Loch Leven, hoy se ha construido un moderno puente desde el cual, y en mi opinión, se pueden ver las mejores puestas de sol del planeta.

sábado, 28 de agosto de 2010

Fabricando whisky

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Destilería tradicional de whisky en las Highlands


Y ya que estamos en plenas Highlands Occidentales, último reducto de las destilerías ilegales, ¡sería imperdonable pisar tales tierras y no saber fabricar whisky...! Analicemos, pues, esta vieja y simpática receta:

En primer lugar, es necesario proveerse de algo de cebada lo que no le saldrá muy caro. A continuación, deberá regarla abundantemente con agua procedente de los altos glenes durante un par de días, y luego dejarla en reposo hasta que comience a germinar. Este es el momento de poner en un fuego de turba una amplia cacerola en la que poder echar la cebada germinada. Mientras se va secando y tostando, debe revolverla constantemente para conseguir un óptimo dorado, también llamado malteado.

Y ahora que ya tenemos la malta, todo es más fácil: Muela ésta de la forma que crea oportuno, y luego, mézclela con agua caliente procedente de turbera (el que sea de montaña y esté turbia es una buena señal) y mantenga la temperatura por espacio de otro par de días, agitando hasta que todo el azúcar de la malta se haya disuelto en el agua. Si lo desea, al mejunje obtenido puede llamarle wort y así parecerá que es un entendido.

Después de añadir un poco de levadura, y dejar reposar unos días para que los pequeños hongos cumplan con la labor de convertir el azúcar en alcohol, entramos en un momento delicado. Un parón aquí puede hacer que este líquido, de bajo contenido alcohólico, bastante asqueroso y al que se le suele llamar wash (nombre que en inglés también se da al agua que resulta de fregar los suelos), se nos quede en cerveza en vez de convertirse en el preciado whisky. Continuemos pues...

Mientras se producía la fermentación, nosotros habremos limpiado la gran cacerola a la que, luego, habremos puesto un embudo en forma de sombrero. Al agujero estrecho del embudo le empalmaremos un largo tubo que siguiendo una curva en forma de montaña, acabe a un nivel similar al de la cacerola. Es el momento de verter el wash en la cacerola y empezar a calentar...

Transcurrido un rato, y si ha hecho bien las uniones, de la punta del largo tubo en forma de media eme de macdonalds comenzará a gotear... alcohol casi puro. ¡Ni se le ocurra beberlo..., estará muy caliente! Pero, además, ese alcohol es venenoso, es metílico. Recójalo en cualquier cacharro que tenga a mano y guárdelo para, con posterioridad, usarlo para quemar.

Claro que, llegará un momento en que el alcohol ya no será metílico. Las gotitas serán entonces de una mezcla de alcohol etílico con agua. ¡No se lo pierda, esa es la parte buena! Recójalo cuidadosamente y guárdelo.

¡Uff..., creo que estaba un poco fuerte!

Saber en qué momento se debe dar el corte para pasar de alcohol venenoso a aguardiente aprovechable, no es cosa fácil; aunque, p.e., si mezcla  las gotitas que caen con pólvora y sale todo volando, no hay duda, el licor era muy fuerte. En caso contrario, póngale una cerilla y si no arde, no hay duda, el licor es muy flojo y el destilado debe ser devuelto al gran pote.

Resumiendo, de lo destilado, guarde la porción del medio y rechace las dos porciones restantes, pudiendo devolver la tercera al wash original para su redestilación. Cuando haya terminado, tire los restos que hayan quedado en la cacerola, lávela y úsela para volver a destilar la porción de aguardiente reservada. ¡Y ya casi tenemos el whisky...! Pero antes...

Acérquese a la tienda de la esquina y compre un pequeño barril de jerez. Bébaselo... pero poco a poco, no se pase. Cuando haya terminado, vierta el producto de su segunda destilación en este barril... y espere tres años. No hace falta que espere más porque, total, el whisky que habrá obtenido será intragable... pero, eso sí, será whisky. Y es más, si todo lo anterior lo ha hecho en Escocia, su whisky será un perfecto single malt escocés...

Puesto de fabricación, venta y reclamaciones

domingo, 27 de junio de 2010

Oban / km 1750

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Paisaje entre Inveraray y Oban. Foto: j.cerdeira

Este pueblo, magníficamente situado frente al gran estuario del Lorn (Firth of Lorn) y protegido por la isla de Kerrera, es un frecuentado lugar de vacaciones en Escocia y puerto de transbordadores para las islas Hébridas. En esta pequeña ciudad se pueden ver sopladores de vidrio, fabricantes de pisapapeles o una destilería de whisky, pero, como en toda la costa oeste de las Highlands, lo importante es, sin duda, su maravilloso paisaje.

En lo alto del pueblo puede verse un extraño edificio circular, nunca terminado, cuyo único fin era, al parecer, dar trabajo a la gente del lugar en un momento de fuerte crisis, y a cinco kilómetros se hallan las ruinas de Dunstaffnage Castle, enclavadas en una pequeña península.


Seguimos, ahora, nuestro camino por esta costa maravillosa, tal vez, la más bella de Gran Bretaña, aunque las guías dicen que existen otras. He aquí las cinco mejores:

La costa Norte y Oeste de Escocia.
Dunstanburgh, Bamburgh y Lindisfarne.
Lulwortj Cove en Dorset.
El sendero costero de Pembrokeshire.
Alum Bay en la Isle of Whight.

sábado, 12 de junio de 2010

Inveraray / km 1650

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Estos son los dominios del pequeño Red John of the Battles. Foto José Cerdeira

Estas son las tierras del Duque de Argill, jefe de los Campbell, uno de los más poderosos clanes escoceses. Aquí, en el siglo XVIII, el decimosegundo Duque, mandó construir un castillo de estilo gótico en un paraje de una belleza sin par. Visto desde la orilla opuesta del lago Fyne, con sus cuatro torres redondas y simétricas reflejadas en el agua, forma una imagen inolvidable.

Inveraray reflejado en las tranquilas aguas del lago. Foto: José Cerdeia

Lástima. Mariló no podía ni moverse. Ni por la ventana, situada al lado de la cama, pudo asomarse... así que no nos entretuvimos. Pero aquella belleza la recordaré siempre.

El pueblo está a muy corta distancia, rodeado de bosques y a orillas del mismo lago. Su cárcel parece ser muy interesante aunque no la vimos. En el Cherry Park se puede ver un museo que evoca el entrenamiento de 250.000 hombres para el desembarco de Normandía en el famoso "Día D" de aquel 1944, pero tampoco lo vimos... No importa, la belleza de Inveraray está, seguro, en su entorno incomparable.

Brumas, misterio,  mágicos espejos.... (¿Que no ve el lago? Fíjese bien.). Foto: j.cerdeira

La carretera continúa entre algunos de los paisajes más bellos de la tierra. Cada pocos kilómetros, hay pequeños apartaderos en los que se pueden detener los vehículos para disfrutar de tanta belleza. Nos paramos en todos, aunque claro, Mariló no pudo verlos...

A mi lado Pablo había tomado los mandos como copiloto, como el hombre del mapa. Fue una revelación:

- Ahora, pasada una pequeña pista forestal que sale hacia la derecha, hay un paso sobre el ferrocarril... ¡Eso es! Ahora el desvío está como a media milla. Recuerda que es hacia la derecha...

Era mediodía. Estábamos a menos de diez kilómetros de Oban y este era el sitio (Kilninver) que nos habían recomendado nuestros compatriotas para tomar marisco. ¿Se podría levantar Mariló? Con mil y un esfuerzos lo consiguió. Amparándose en mí, llegamos hasta el restaurante. Fue una pena: el restaurante no valía el esfuerzo. Pagamos poco... pero comimos menos. Y, otra vez para Mariló, el trabajoso regreso a la AC. ¡A cama.!

viernes, 21 de mayo de 2010

Loch Lomond / km 1605

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Loch Lomond

El Lomond es el mayor de los lagos de Gran Bretaña, con una extensión de más de 250 kilómetros cuadrados. Alberga, además, unas treinta islas completamente cubiertas de bosques y el paisaje que lo rodea es de una gran belleza. Desde el Ben Lomond, al Norte, se tiene la mejor y más completa vista del lago.

Loch Lomond

Por la mañana, cuando nos levantamos, Mariló tenía un fuerte dolor de espalda. Y al decir fuerte, quiero decir fuerte, como sólo los que padecen de la espalda saben por experiencia. Todos estábamos muy preocupados. ¿Qué hacer? Otras veces le había pasado algo parecido y, con masajes, un poco de calor y reposo, había mejorado. ¿Los médicos? Bueno en estos casos no hacen milagros...

Estábamos a 2.600 kilómetros de Madrid. Mariló no podía moverse de la cama ni en la cama, pero, decidimos esperar un día a ver como evolucionaba la cosa...
El loch Lomond desde el ben Lomond

Desde la AC, el Lomond se veía cubierto por jirones de neblina que le daban una belleza un tanto trágica. Nosotros lo abandonamos para seguir la carretera A83 que cruza paisajes increíblemente bellos. A nuestra izquierda dejamos el Loch Long y cruzando un pequeño puerto de nombre evocador (Rest and be Thankful), entramos en el Glen Fyne.

El loch Lomond

Cada cierta distancia, la carretera dispone de miradores donde parar un rato para observar el bellísimo paisaje. Estos pequeños aparcaderos son muy útiles para disminuir al mínimo los accidentes provocados por la falta de atención de los conductores.

Digamos, además, que, llegados a Escocia, los conductores continentales nos sentimos ya suficientemente acostumbrados a conducir por la izquierda como para no tener que prestar excesiva atención al hecho, provocando una cierta relajación que puede no ser buena. A ello se suma el robo de atención causado por la belleza del paisaje para que pueda producirse el despiste y salgamos de un aparcadero... ¡conduciendo por la derecha! Las estadísticas confirman este hecho y son muchos los conductores continentales que tienen su primer accidente justo en Escocia.

Claro que, a la salida de todos los aparcamientos, hay un visible cartel, escrito en todos los idiomas comunitarios, que nos recuerda el ...conduzca por su izquierda.

domingo, 9 de mayo de 2010

Stirling / km 1473

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El castillo de Stirling

Stirling es una ciudad de la Escocia central, encaramada en un promontorio rocoso y bañada por el río Forth. Su historia está relacionada con la de su importante castillo que fue residencia real escocesa durante varios años.

Stirling se convirtió en residencia real con el advenimiento de los Estuardos y alcanzó su época dorada bajo Jacobo IV, un verdadero príncipe renacentista.
Jacobo V fue coronado aquí, al igual que su hija, Mary Queen of Scots. Aquí, en la capilla real, se bautizó, también, su hijo, el futuro Jacobo VI de Escocia y I de Inglaterra, siendo precisamente con la marcha de Jacobo cuando Stirling perdió su estatus real.

En Stirling debe visitarse su castillo que, como hemos visto, fue palacio real y en cuyas proximidades se desarrollaron numerosas batallas. Además del castillo, es muy bonita toda la parte alta de la ciudad y, en especial, la iglesia de Holy Rood en la cual fue coronado el infante Jacobo VI en 1567, con John Knox leyendo el sermón.

Cerca está, también la casa de Lord Darnley, que nos introduce en la vida de María Estuardo.

Farola en Stirling. Foto: José Cerdeira

Enrique VIII de Inglaterra tenía un hermano, Jacobo, que reinó en Escocia con el nombre de Jacobo IV. El hijo de éste, Jacobo V, casado con la francesa María de Guisa (también llamada de Lorena), fue el padre de la gran María Estuardo.

La historia de María, Queen of Scots, no es la simple historia de un monarca más, si no un intenso drama que se desarrolla entre las casa reales de Escocia, Francia e Inglaterra a mitad del siglo XVI: historias de amor, de intrigas y de misterios que acompañaron los siete años del reinado de María.

María hereda la corona de Escocia, por muerte de su padre, cuando solo tenía una semana de vida. Desde ese momento, y con los enfrentamientos religiosos como trasfondo político, las principales cortes europeas, pero en especial la francesa y la inglesa, intentan influir en la educación de la joven reina.

Enrique VIII manda una fuerza a Escocia pretendiendo llevarse a María para que reciba una educación apropiada en Inglaterra. Los escoceses se dividen: los reformistas, con Knox a la cabeza, apoyan a Inglaterra, los católicos, con la ayuda de Francia, intentan defenderse. Escocia está sumida en una guerra civil. El ejército expedicionario inglés arrasa todo lo que encuentra y llega hasta Edimburgo. Pero los franceses, presionando desde la propia Francia, consiguen, después de la muerte de Enrique, que los ingleses se retiren de Escocia.

El precio a pagar por la ayuda francesa fue la educación de la joven reina. María fue llevada a Francia: tenía seis años.

Mientras duró esta situación, las políticas exteriores de Francia y Escocia marcharon unidas. María acaba casándose con el delfín de Francia y, al año siguiente, se convierte en reina al acceder su marido a la corona con el nombre de Francisco II.

María, una reina sin reino

No duró la dicha. Un año más y María se queda viuda y sin un descendiente que pudiera heredar el trono dejado vacante. Aislada en Francia, debió volver a Escocia en donde su madre también acababa de morir.

Isabel I, nueva dueña de Inglaterra, todavía intentó capturar a la reina de los escoceses antes de que ésta llegara a su patria, pero una niebla espesa permitió que el barco con la comitiva real no fuera detectado. Claro que, en la vieja Caledonia, continuaban las luchas fraticidas entre los distintos frentes religiosos...

Y María las complicó aun más. Ella era muy alta, todos los hombres le resultaban bajos, así que..., en cuanto vio a Lord Darnley, delgado, pálido, ojos negros, uno noventa de estatura, se enamoró de él. Un mes más tarde se casaban.

Las bodas debieron ser fastuosas. John Knox multiplicaba sus sermones en Stirling, en donde había sido la boda, criticando los excesos de una celebración que duró tres días...

Pero a María, el amor por Darnley le duró poco. Sus horas de ocio las pasaba con un asesor y músico de cámara italiano llamado David Riccio, del que Darnley debía sospechar algo, aunque probablemente sin razón, pues, el pobre Ricio, era jorobado y sin ningún tipo de atractivo físico conocido.

La cosa acabó mal. Entre el marido celoso y algunos partidarios suyos asesinaron al pobre Riccio, dándole numerosas cuchilladas delante de la propia reina y, cosas de la vida, como donde las dan las toman, Darnley acabó, también, asesinado. Nunca se supo quien lo hizo... pero, como a rey muerto rey puesto, María aprovechó para casarse de inmediato con el Conde Bothwell, esta vez por el rito reformado.

Máscara mortuoria de María conservada en el Lennoxlove Castle

¿Y los católicos? Cabreados. ¿Y los reformistas? Como siempre, contra ella. No le quedaban apoyos. Hubo de dimitir en favor de su pequeño hijo (Jacobo VI) pidiendo ayuda a su prima Isabel, reina de Inglaterra, con la vana esperanza de recuperar su trono. Pero no conocía a Isabel...

Diecinueve años más tarde moría ejecutada en la Torre de Londres. Todo ese tiempo lo pasó prisionera de su querida prima, entre conspiración y conspiración...

Escocia en todo su espledor. Foto: José Cerdeira

Desde Stirling, seguimos hasta Callander, a la puerta de los Trossachs. Este precioso parque, con sus numerosos lagos como el Venachar, Katrine, Drunkie, Ard, etc. disfruta de una justa fama, fama que nosotros a penas disfrutamos, dado lo brumoso del día y lo cerrada de la vegetación que se aunaban para impedir una visión adecuada. Así que continuamos hasta Tarbet, a orillas del Loch Lomond donde dormimos.
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P.S.: En el "post" anterior, cuando nombrábamos a algunos escoceses famosos, nos olvidamos de uno muy importante cuyo nombre, Robert Stirling, concuerda con la ciudad que visitamos hoy. Robert Stirling es un nombre de la máxima actualidad porque inventó un motor (http://en.wikipedia.org/wiki/Stirling_engine ) que se adapta como anillo al dedo a la utilización de las nuevas energías alternativas.

sábado, 1 de mayo de 2010

Glasgow / km 1401

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Jardín botánico (foto Gondor)

Glasgow es la tercera ciudad de Gran Bretaña y la primera de Escocia. Está atravesada por el río Clyde al que debe parte de su riqueza al desarrollarse su industria y comercio en función de esta importante vía navegable. La otra causa de su riqueza está en las ricas minas de carbón que favorecieron una fuerte industrialización especialmente durante el siglo pasado.

Comenzamos nuestra visita por la pequeña Catedral que es la única iglesia medieval escocesa que se salvó de las destrucciones de los reformistas anglicanos y que, a pesar de estar en obras, nos gustó mucho.

Por supuesto, Glasgow es Escocia. Foto: j.cerdeira

La ciudad en sí no suele atraer demasiado a los turistas, pecando de todos los problemas típicos de las zonas muy industrializadas. Sin embargo, Glasgow dispone de unas impresionantes colecciones de arte como la Art Gallery and Museum, con ricas colecciones de pintura, ciencias, arqueología y etnografía y la Burrell Collection que es una de las colecciones privadas más importantes del Reino Unido (tal vez equivalente a la madrileña Colección Tyssen).

Glasgow es la patria chica del gran arquitecto Mackintosh, uno de cuyos edificios es hoy la Glasgow School of Art que fue construido entre 1897 y 1909.

Stirling. Foto: j.cerdeira

Salimos de Glasgow a media tarde con dirección a Stirling, tomando para ello la autovía A80 y luego la Autopista M80. La distancia es corta y el tráfico no era excesivo.

- Pablo, ¿cómo llevas lo de los grandes escoceses?
- De momento, entre inventores, descubridores y científicos, he localizado a más de cincuenta.
- A ver, cuéntanos...
- ¿Os los leo...? Aquí tengo la lista..., bueno, están un poco mezclados pero supongo que no importará demasiado. Voy con inventores y descubridores:

La iluminación a gas: William Murdoch
La bicicleta: Kirkpatrick Macmillan
La máquina de vapor: James Watt
La imprenta rotativa: Thomas Nelson
El frigorífico: James Harrison
Obtención artificial de hielo: Lord Kelvin
El termo: Sir James Dewer
La segadora mecánica: Patrick Bell
El neumático: John Boyd Dunlop
El telescopio de reflexión: James Gregory
Extracción de petróleo de esquistos: James Paraffin Young
El primer gran piano: John Broadwood
El caleidoscopio: Sir David Brewster
La radiotelegrafía: Lord Rutherford
El teléfono: Alexander Graham Bell
El firme de carretera: John McAdam
El plexiglás: J.W.C. Crawford
La tela impermeable: Charles McIntosh
El terylene (o dacron): J.T. Dickinson
El radar: Sir Robert Watson-Watt
La televisión: John Logie Baird
El Cloroformo: Sir James Young Simpson
El parásito de la malaria: Sir Ronald Ross
Los Logaritmos: John Napier
Los gases inertes: Sir William Ramsey
La penicilina: Sir Alexander Fleming
Las cataratas Victoria: Sir David Livingstone
Primer catálogo de 34.000 estrellas: Johan von Lamont
Las cajas de ahorros: Rev. Dr. Henry Duncan
La educación universal: John Knox
El banco de Inglaterra: William Paterson
...

- Pero, ¿seguro que son todos escoceses?
- ¡ Qué te crees...! Yo hago las cosas per-fec-tas.
- ¡ Y eso en un país con menos habitantes que Cataluña...!
- Yo todavía sé otra cosa que inventaron los escoceses -dice Fernando, entre tímido y sonriente.
- ¿Sí? ¿Qué cosa? - pregunta Pablo, incrédulo.
- El alambre.
- ¿El alambre...?
- Sí. ¿No sabías que el alambre lo inventaron dos escoceses que habían encontrado una moneda de un penique?
- No, hombre, no. Eso fueron dos catalanes con una peseta...
- Bueno, ¿me dejáis terminar...? Me faltan los científicos...
- Sí, sí; sigue:

David Hume: filósofo
Adam Smith: economista
Robert Burns: poeta
Walter Scott: escritor
Rober Louis Stevenson: escritor
Thomas Telford: ingeniero civil
Clerk Maxwell: físico
...

- Bueno, vale..., ¡corta ya el rollo!

domingo, 25 de abril de 2010

Lanark / km 1361

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A menos de dos kilómetros de distancia de Lanark surgió entre los años 1800 y 1830 New Lanark, bajo el impulso del socialista utópico Robert Owen. Es un pueblo preparado para unos 1.200 habitantes, autosuficiente y con un urbanismo modernista en el que las viviendas están dispuestas en semicírculo, rodeadas de campo y con los servicios básicos ubicados en el centro.
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Robert Owen

No nos entretuvimos. Era ya tarde y, cansados, deseábamos llegar a un sitio en le que poder pasar la noche. Ya anochecía cuando, a lo lejos, entre brumas, divisamos la ciudad de Glasgow. El sol hacía rato que había desaparecido tras las todavía rojizas nubes escocesas. La temperatura era agradable pero amenazaba lluvia.

Parece que una parte de nuestro conocido "marisco da ría" procede de Oban, en Escocia

Dado que era la hora de cenar, optamos por parar en una área de servicios, en donde, además, podríamos comprar el correspondiente plano de la ciudad.

- ¿Qué hacemos con la cena, comemos aquí o vamos al restaurante?
- No sé. Mejor nos bajamos a ver qué tal está. Me parece que es un autoservicio.
- Vale. Hecha tú un vistazo mientras yo espero a que termine Pablo. Que te acompañe Fernando.

El restaurante era el habitual de las autopistas británicas, un autoservicio no muy abundante donde, lo más apetitoso, solían ser los sándwiches. Esperamos a Mariló y a Pablo y nos dispusimos a cenar.

- Esos dos que están ahí, apostaría a que son españoles -dice Mariló señalando a una mesa.
- Espera, -dice Pablo- voy a pasar por allí a ver si los oigo hablar...

Los tres tristes sándwiches que cogimos para cenar nos duraron bastante poco. Así que me levanté a por unos cafés que, aunque los cafés británicos no son especialmente apetecibles, a buen hambre no hay pan duro. Al pasar al lado de nuestros paisanos les deseé buenas noches y, una vez trasladados de mesa, comenzamos a hablar.

La vida de los camioneros es muy dura. Dos veces por semana suben desde la lejana España a estas húmedas tierras escocesas. Por aquí no hay más españoles que ellos. Los turistas llegan, tal vez, a Edimburgo... y en verano, pero por las carreteras... solo ellos. Se conocen todos:

- Hasta aquí subimos ocho camiones españoles. Uno de Madrid, los tres de Galicia, el de Bilbao... nosotros y otros paisanos asturianos y... ¿quién me falta...? No sé. Hoy están aquí también los de Madrid, que me parece que son de San Sebastián de los Reyes, pero se han ido a cenar a un sitio ahí al lado. Luego vendrán a tomar café.

- ¿Y qué transportáis hasta aquí?
- Bueno, venimos al marisco, especialmente a la nécora y a la cigala.
- ¡No me digas! ¿Y los gallegos también?
- Sí, claro.
- O sea, ¿qué éste es el famoso marisco da ría?
- Exactamente. Mira, dos de los que suben aquí son de O Grove.
- ¿Y donde cargáis? Quiero decir, ¿dónde se puede comer buen marisco... y barato?
- No cargamos todos en el mismo sitio. Nosotros lo hacemos cerca de Oban. En cuanto a lo de barato... bueno. Pero aquí no se come muy bien, ya sabréis...
- ¿Y, entonces, solo lleváis nécora y cigala?
- Normalmente sí. A veces hemos cargado centollo, pero en Francia, en Bretaña. El centollo necesita aguas más calientes.
- ¿Es duro esto, verdad?
- Sí, pero ¿qué vas a hacer? Yo tenía unas vaquines allí en Asturies pero, ya sabes, trabajas todo el día como un animal y no sacas nada. Quieres mandar a la niña a estudiar y... ¿qué? te cuesta más de lo que ahorras. Y vosotros..., ¿vais a dormir aquí?
- Sí, supongo que sí. ¿Es buen sitio, no?
- Nosotros, cuando subimos, siempre paramos aquí. Esta es buena gente. No sé si os cobrarán algo pero...
- No, no. Ya hemos preguntado y nos han dicho que si era una noche sola que no nos preocupáramos...
- ¡Ves, y luego dicen de los escoceses! Pues poner la AC allí entre el camión de Madrid y el nuestro. Allí estaréis bien porque, al otro lado están los termokines y no os dejarían dormir...

Era ya muy tarde. Nos fuimos a cama felices. Desde Chester no habíamos vuelto a ver a ningún compatriota... y, ya ves, aquí cuatro. Nos dormimos pronto... pero, a eso de las dos, nos despertaron unos golpes seguidos de unos gritos:

- ¡Pacoooo..., despiértate, coño!

Más golpes y los mismos gritos. Así una y otra vez, hasta que, por fin, Paco debió despertarse... y dejar entrar a su compañero. Luego volvimos a dormirnos tranquilamente. Por la mañana, cuando nos fuimos, nuestros compatriotas seguían allí, no sé si todavía durmiendo.
 
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