lunes, 10 de agosto de 2009

Warwick / km 378

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Capital de condado y antigua ciudad de los Midland situada en la orilla derecha del río Avon con muy importantes tesoros artísticos y numerosos monumentos antiguos. Tiene una estructura medieval con calles estrechas y casas que dejan ver su negro esqueleto de madera. Del callejeo por la ciudad podemos destacar:

Market Place con el museo de Warwickshire y alguna casa con entramados de madera.

High Street con el Palacio de Justicia (Court House) y antigua casa del siglo XVIII.

La iglesia parroquial de Sta. María de origen sajón aunque varias veces reconstruida.

Mill Street es una pintoresca calle que baja hasta el río y desde la que se aprecia una bella panorámica del castillo.

Pero, por encima de todo, de Warwick destaca su impresionante castillo. El primer Warwick Castle fue mandado construir por Guillermo I el Conquistador en el año 1068, sólo dos después de su entrada en Inglaterra. Pero fueron los condes normandos de Warwick quienes lo reconstruyeron en piedra, convirtiéndolo en la principal fortificación de los Beauchamp, famosos por sus hazañas militares en los campos de Francia durante la guerra de los cien años (Fue Richard de Beauchamp, decimotercer conde de Warwick, quien hizo ejecutar a Juana d'Arc). De esta época se conservan los lóbregos calabozos y las salas de tortura.

Más tarde, cuando disminuyó la importancia militar del castillo, éste fue convertido en una elegante residencia de la que se conservan los magníficos salones interiores cuya decoración es, principalmente, del siglo XVIII.

Actualmente, el castillo es propiedad de los museos Madame Tussaud que ha montado en él dos magníficas exposiciones, la primera sobre la época medieval, con una espléndida representación de las tropas de Richard Neville (The Kingmaker: el hacedor de reyes) preparándose para entrar en combate, y la segunda sobre una fiesta real de fin de semana habida en 1898. En esta última se representan personajes conocidos de final/principios de siglo, entre ellos a un jovencísimo Winston Churchill. Las figuras, por supuesto de cera, son de un realismo que a mi, particularmente, me parece muy superior al del propio museo de Londres.

En el recinto del castillo se celebran representaciones teatrales y circenses de tipo variado que hacen la estancia muy grata, mientras que, en el exterior, las veinticuatro hectáreas de jardines que rodean el castillo/palacio son un lugar encantador para pasear mientras se contemplan numerosos animales sueltos.

El día había sido cansado así que fue un alivio el poder sentarnos en el patio del castillo a presenciar las actuaciones de varios malabaristas. Estuvimos sentados un buen rato. Luego nos fuimos hacia los jardines, entreteniéndonos en filmar, con el vídeo, los rápidos movimientos de las ardillas. De pronto, una señora se acerca y nos pregunta si hemos dejado una cámara, en un banco, en el patio del castillo.

- ¡Fernando, la cámara...!

Fernando se encoge de hombros en gesto significativo y sale corriendo a por ella. Pablo le acompaña, mientras Mariló y yo quedamos lamentando el poner cosas de valor en manos de niños... Al rato aparecen los dos felices enseñando, sonrientes, la cámara. Fernando comenta:

- Antes de irnos ¿podemos lanzar el avión sólo una vez?

Para la visita del castillo de Warwick es conveniente reservar, como mínimo, una tarde entera porque merece la pena. El aparcamiento puede hacerse en un parking junto al Avon sin especial dificultad y a muy corta distancia del castillo.

Y cuando ya las sombras del castillo caían alargadas sobre el Avon, tomamos nosotros camino con dirección a Telford/Ironbridge.

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