lunes, 10 de agosto de 2009

Stonehenge / km 90

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Stonehenge es el monumento prehistórico más importante de las Islas Británicas y uno de los más importantes de Europa. En su construcción, que se alarga desde el año 2800 aC. hasta el 1400 aC., se pueden distinguir tres fases distintas. En la primera fase (hasta el año 2100 aC.) se excavaron los fosos y se construyeron los terraplenes circulares de unos 350 metros de largo. Fuera del círculo se colocó la heel stone, piedra aislada y sin trabajar. En una segunda fase, en torno al año 2000 aC., se construyeron los dos círculos interiores en los que se colocaron 82 piedras (Blue stones) y que, posteriormente, fueron desmontadas; hoy sólo quedan los hoyos. Finalmente, en la tercera fase, se colocó la piedra de los sacrificios (slaughter stone) y se levantaron los 30 grandes monolitos interiores sobre los cuales, a modo de arquitrabes, se colocaron otras inmensas piedras. En el interior del círculo formado por las piedras anteriores se levantaron cinco enormes trilitos en el centro de los cuales está la altar stone.

Los grandiosos monolitos de Stonehenge, con alturas de hasta seis metros y con pesos de hasta veintiséis toneladas, fueron traídos hasta el lugar desde canteras situadas, en algunos casos, a cerca de 400 kilómetros de distancia.

El interior del círculo de piedras de Stonehenge no es visitable, existiendo un sendero de ronda que permite ver y fotografiar adecuadamente el monumento aunque, lógicamente, con una cierta pérdida de perspectiva.

El paisaje de los alrededores, con sus verdes praderas y sus rebaños de ovejas, forman un entorno muy bello para pasear. El monumento se visita en muy poco tiempo y el aparcamiento es fácil y gratuito, no así la entrada que es cara.

Desde Stonehenge seguimos la carretera A303 y luego la A36, en un cómodo viaje hacia Bath, cruzando una zona de numerosos restos prehistóricos que nos hacen pensar en esos antepasados de los actuales britones...

Como en la mayor parte de los países europeos, en Gran Bretaña confluyen una amplia variedad de pueblos que dan origen a las primeras culturas de la Isla. Los primeros de estos pueblos llegaron aquí antes de que, hacia el año 8.000 aC. y como consecuencia del aumento del nivel marino provocado por el retroceso de la última glaciación, Gran Bretaña se convirtiera en una isla.

Alrededor del año 5.000 aC. llegan los primeros pueblos sedentarios que desarrollan una agricultura próspera y una fuerte organización social capaz de acometer obras tan importantes como Stonehenge (cca. 1.800 aC.).

Sobre esta época llegan también los primeros pueblos de origen ario que traen consigo las primeras palabras conocidas del idioma inglés.

Los celtas llegan alrededor del año 700 aC. y, aunque son un número reducido, con sus espadas de acero barren a los anteriores pobladores hacia el oeste de la Isla, consiguiendo implantar sus costumbres y modo de vida. Sin embargo, el no tener conciencia de nación les hace ser fácil presa para el imperialismo del momento representado por Roma. En el verano del año 43 dC. con la invasión romana, comienza el principio de su fin.

- Papi, déjate ya de rollos. Dijiste que nos ibas a contar una historia en que los españoles hacíamos de malos...
- Bueno, bueno, tranquilo. ¿Tú sabes cómo se llama la península que dejamos a nuestra izquierda?
- Sí, espera... eeeh..., ¡Gales!
- ¡Ohhh... lo siento! Se llama Cornualles...

Cornualles es una costa abrupta con pequeñas playas de fina arena y pequeñas aldeas con casas de labranza de paredes blancas y techadas en paja. A lo largo de la costa hay elevados acantilados sobre los que el mar rompe sus olas con violencia; en el interior, sobre amplios páramos graníticos, aparecen tumbas neolíticas, pueblos prehistóricos, minas de estaño abandonadas.

El National Park of Pembrokesire Coast abarca una larga y estrecha zona de costa, de menos de cinco km de ancha, y de excepcional belleza.

Hace cuatro siglos los habitante de estas costas oteaban continuamente el horizonte para descubrir posibles galeras españolas. Las operaciones de castigo con que, de vez en cuando, España respondía a las acciones de los numerosos piratas ingleses, tenían a la zona atemorizada. Hace algunos años, el embajador de España en Londres, recibió una carta del tesorero de la parroquia de Mousehole, cerca de Penzance. Le comunicaba el estado de semirruina de su iglesia y le recordaba que los españoles habían tenido su parte de culpa en ello; deseaba, por tanto, una contribución económica para su restauración. El embajador le contestó muy correcta y diplomáticamente:

Dear Sir:
...
Como Ud. sabe, en nuestra pasada historia ha habido lo que Ud. acertadamente describe como "association" que es una forma cortés de referirse a un período durante el cual los imperialismos de una y otra parte se dedicaron a atacarse mutuamente. Ante las numerosas incursiones de agresión que tuvieron lugar, principalmente en las costas del Noroeste de España, hubo algunas represalias como la que la marina castellana llevó a cabo precisamente en Cornwall y a la que Ud. se refiere.
...
Sirvan estas líneas como disculpa por un episodio menor, dentro de unas relaciones hostiles que duraron siglos, y en el que la iglesia de Mousehole fue incendiada.
...
... Y, a la luz de las anteriores consideraciones, tengo la satisfacción de adjuntarle un cheque por 50 libras a modo de contribución, aunque puramente simbólica, para la restauración de la iglesia.

Yours faithfully,
Marqués de Perinat
Spanish Ambassdor


Al parecer, los hechos fueron, más o menos, así:

Al alba de aquel 23 de Julio de 1595, cuatro galeras españolas surgieron de entre la niebla de Mousehole y desembarcaron a unos 200 hombres fuertemente armados. Fueron arrasando todo lo que encontraban a su paso, reduciendo a cenizas tanto las casas por donde pasaban como la propia iglesia parroquial. Una vez terminado su trabajo, y al no encontrar resistencia, se dirigieron a Newlyn, donde hicieron lo mismo, y más tarde a Penzance. Al divisarlos, parte de los aldeanos huyeron mientras otra parte eran arengados por un hombre que, espada en mano, les animaba a hacer frente a los castellanos. Este parroquiano, blandiendo valientemente su espada, encabezó el grupo de defensa hasta que, después de unos momentos, al darse cuenta de que nadie le seguía, hubo de huir también. Pero, su valentía, sirvió para que se le concediese el título de Sir (Sir Francis Godolphin).

Una vez cumplida la misión, y cuando el viento fue propicio, los españoles se fueron por donde habían venido. Y, según el historiador de la zona Richard Carey, éste es el resumen de una brillante acción española y una infame cobardía cornuallesa... Claro que, un punto de vista distinto, sería el representado por el proverbio inglés que dice: He who fights and runs away, may live to fight another day, lo que, traducido a vulgar castellano, quiere decir que una retirada a tiempo es una victoria.

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