domingo, 31 de julio de 2011

Culloden / km 1977

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La batalla de Culloden. 1746.

Es un lugar boscoso en donde tuvo lugar la última batalla por la restauración de los Estuardo en el año 1746 y en la que el ejército del Duque de Cumberland (Butcher Cumberland, el pequeño de los hijos de Jorge II) dio muerte a más de 1.200 highlanders seguidores de Bonnie Prince Charlie (The Young Pretender). En el lugar de la batalla hay un monumento y en toda la zona quedan recuerdos de los distintos clanes aniquilados en aquella batalla.

Prince Charles Edward Louis Philip Casimir Stewart
the Young Pretender or "Bonnie Prince Charlie"

En conjunto, el lugar no es muy interesante, salvo como documento histórico, y probablemente su único interés resida en poder recordar que aquella no fue solo una batalla entre ingleses y escoceses sino también una batalla en que había escoceses en cada uno de los bandos.

domingo, 17 de julio de 2011

Inverness / km 1967

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INVERNESS ESC

Esta es la verdadera capital de las Highland, aunque no lo sea desde el punto de vista administrativo. Fue, también, el lugar donde el rey Duncan tenía su castillo y donde, en el siglo XI, fue muerto por Macbeth (Shakespeare dixit) antes de correr él la misma suerte. Es punto de partida para el recorrido de las tierras altas escocesas y del famoso lago Ness.

Inverness ocupa un lugar del máximo interés estratégico, controlando la ruta del Gran Glen. Esto le ha hecho pieza codiciada para los clanes Highlanders, para los monarcas escoceses, para los monarcas ingleses y para los Jacobitas. La importancia del lugar fue, también, la causa de su ruina ya que, en la actualidad, no quedan edificios anteriores al siglo XIX.

A pesar de esa falta de méritos artísticos, el pasear por algunas de sus calles, como p.e. Church Street, es muy agradable y el ambiente relajado y festivo.

En Inverness pasamos la noche para salir al otro día temprano hacia Culloden, páramo situado a unos ocho kilómetros de distancia.

My heart's in the Highlands,
My heart is not here;
My heart's in the Highlands
A-Chasing the deer;
Chasing the wild deer,
And following the roe,
My heart's in the Highlands,
Wherever I go.

Robert Burns, 1790

sábado, 16 de abril de 2011

Drumnadrochit / km 1947

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So...  Nessie can't disturb our love!

Este es el punto de partida para la visita del más famoso lago escocés: el Loch Ness. De aquí salen los barcos que lo recorren y aquí se halla la exposición dedicada a la búsqueda del famoso monstruo Nessie, habitante del lago, escondido en lo profundo de sus frías aguas.

Serían las siete de la tarde cuando aparcamos en el principal mirador del lago. Desde este mismo sitio se avistó al monstruo numerosas veces desde el siglo VI en que aparece la primera referencia a tal inquilino. Nosotros observamos con atención no queriendo perdernos nada.

- Papi, coge la cámara porque... ¡cómo se le ocurra asomarse...! ¿Te imaginas? Seríamos ricos...

Sonriendo, nos quedamos mirando durante un rato a aquellas aguas misteriosas. Ninguno decía nada... Intentábamos no darnos cuenta... pero ¡allí había algo...! Fernando fue el primero que se atrevió a preguntar:

- Pero... ¿qué es?
- No sé... Tal vez las estelas de dos barcos que, al cruzarse, forman ese remolino...

No me lo creía ni yo. Unas pequeñas olas concéntricas, en el medio del lago, como si alguien hubiera lanzado una piedra... Pero, ¡qué olas! Las olas son centrífugas..., nunca centrípetas, como éstas. Pasó un rato en que ninguno nos atrevíamos a decir ni pío. Y eso que era en familia... Intentábamos alejar de nosotros ideas que sólo a un tonto se le podían pasar por la cabeza.

- Mira. Parece como si el centro se desplazara... ¿te fijas? Va dejando como una estela...

Me froté los ojos un par de veces sin que se diesen cuenta. Pero, ¿qué coño era aquello? Ya empezaba a estar nervioso. Los niños empezaron a hacer chistes... A mí, la mente ya no me funcionaba. ¡Tal vez el cansancio...!, pensé.

De pronto pude respirar. Un cacharro rojo, como de unos cinco metros de largo, salió a flote... No había duda: era un pequeño submarino. Sí, más tarde me enteré: por unas cuantas libras podías hacer de Capitán Nemo, en aquellas frías aguas, buscando al monstruo en un pequeño submarino apto para cinco pasajeros. De verdad, hubo un momento en que el nerviosismo se apoderó de mí...

¡Para caballeros... para señoras! Foto: j.cerdeira

Cerca de Drumnadrochit, se pueden visitar, también, las atractivas Falls of Diwach, al parecer muy bellas, y que nosotros no visitamos a causa de la hora que era.

¿Es éste Nessie?
Dos jóvenes, que no se conocían, viajaban en un autobús propiedad de la E.M.T. de Inverness y que cubría la línea al famoso Loch. El uno, con un pendiente en la nariz, llevaba sobre las rodillas un periódico español. El otro, con el pelo teñido de verde con reflejos rojos, se le quedó mirando y, finalmente, intentando romper el fuego, dijo:

- ¡Español, eh! ¿De dónde eres?
- De Lepe.

El del pelo verde con reflejos rojos se quedó pensativo durante un buen rato hasta que finalmente murmuró:

- ¡De Lepe, eh...! ¡vaya mierda de pueblo... y vaya mierda de chistes!

El del pendiente no pareció inmutarse mucho. Se quedó como mudo durante un tiempo, mirando por la ventana al oscuro granito de las casas de Invernes. Pasó un rato y, al fin, preguntó:

- ¿Y tú, de dónde eres?
- De Leganés.

Ambos se quedaron en silencio, con sus miradas lánguidas clavadas en los respectivos asientos delanteros, sin decir nada. Pasó un buen rato hasta que el autobús se paró en un semáforo. Entonces, el del pelo verde con reflejos rojos aprovechó para comentar:

- ¡De Leganés, eh...! ¡vaya mierda de lago... y vaya mierda de monstruo!

Dedicado a los presentadores de Clásicos Populares.

sábado, 26 de febrero de 2011

El castillo de Urquhart / km 1942

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Urquhart Castle. Foto j.cerdeira
Las ruinas del castillo de Urquhart, que una vez fueron uno de los castillos más grandes y estratégicamente mejor situados de Escocia, todavía permanecen como guardianes silenciosas de las misteriosas aguas del mundialmente famoso Loch Ness.

Este castillo, antaño situado a cincuenta pies por encima del lago Ness y hoy a solo cuarenta y cuatro, como consecuencia de la elevación del nivel del lago cuando se construyó el canal de Caledonia, tuvo una inmensa importancia al controlar todo el tráfico por el Great Glen. Como consecuencia de esta estratégica situación, la historia de Urquhart es una historia de continuas construcciones y destrucciones, de continuos cambios de dueños, de permanentes intrigas.

Las actuales ruinas son consecuencia del desmantelamiento llevado a cabo en 1689 por las propias fuerzas gubernamentales como medida de seguridad contra su posible utilización por fuerzas subversivas (jacobitas).

Desde aquí, las vistas sobre el lago son insuperables y, curiosamente, parece que éste es el sitio que mantiene el récord de avistamientos del famoso Nessie, aunque, a decir verdad, este récord también lo reclaman otros puntos del lago.

El castillo de Urquhart frente al lago Ness. Foto j.cerdeira


viernes, 18 de febrero de 2011

Fort Augustus / 1907

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The great glen way
La carretera desde Fort William a Fort Augustus sigue el gran valle (Great Glen) del que forma parte el Loch Ness. Un canal (Caledonian Canal) sigue longitudinalmente el valle permitiendo la navegación de pequeñas embarcaciones desde Inverness, pasando por el lago Ness, el Oich y el Lochy, hasta Fort William, ya en el Loch Linnhe, sin necesidad de bordear las Highland Noroccidentales.

En Fort Augustus, pequeño pueblo situado en el extremo Sur del lago Ness, nos entretuvimos observando el funcionamiento de las esclusas que, en número de ocho, permiten a los barcos subir desde el lago inferior (el Ness) hasta el lago superior (el Oich).


Desde Fort Augustus la carretera bordea el legendario Ness por su orilla Occidental. El paisaje es bellísimo especialmente a esta hora de la tarde en que ya las sombras empiezan a alargarse. Las aguas profundas y oscuras del más famoso Loch de Escocia reflejan en negro a las coníferas que cubren de verde las laderas del lago.

martes, 25 de enero de 2011

Fort William / km 1853

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El imponente Ben Nevis
 
Cruce de carreteras a orillas del Loch Linnhe y punto de partida para las ascensiones al famoso Ben Nevis que con sus 1.344 m es la cumbre más alta de Escocia y de toda Gran Bretaña.
 
El ambiente en Fort William era festivo. Numerosos grupos de gaiteros, ataviados con la típica indumentaria escocesa a base de tartanes y sporrans, recorrían las calles haciendo sonar sus gaitas y atronando las calles con sus tambores. El ambiente era fenomenal a esas horas de la tarde/noche.
 
Nosotros, después de visitar el centro de información turística y comprobar que la salida del teleférico al Ben Nevis estaba como a unos cuatro kilómetros, decidimos irnos hasta allí y dormir al lado de la montaña más alta de Gran Bretaña.
 
Después de la cena aprovechamos para repasar las montañas más interesantes y he aquí las cuatro seleccionadas, por la ya varias veces citada revista Practical Photografy, como más bellas de Gran Bretaña:
  • El Ben Nevis cerca de Fort William.
  • Los Pennines.
  • Kinder Scout y Mam tor en Derbyshire.
  • Las Cuillin en Skye.
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Amaneció un precioso día de sol. A las nueve de la mañana hacíamos ya cola para tomar el teleférico hacia las proximidades del famoso Ben. Poco después, cuatro españoles tomábamos asiento en una reluciente cabina austriaca de este rápido teleférico suizo, instalado en las tierras altas de Escocia.

El teleférico no sube al Nevis, sino a una de las montañas adyacentes, siendo necesario luego caminar durante un par de horas hasta llegar al pico. El paisaje que se divisa desde lo alto es bellísimo, destacando especialmente esa suave variación de tonalidades, que van del verde al naranja pasando por un sin fin de colores intermedios, tan típico de las montañas escocesas.

Un servicio de helicópteros permite recorrer las cimas pero, para desgracia nuestra y por alguna razón que desconocemos, ese día no estaban operativos. El vuelo, de unos diez minutos de duración, debe ser como para no olvidar.
 

sábado, 8 de enero de 2011

Glen Coe / km 1830

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Glen Coe

Lugar emotivo por excelencia para un escocés. Emotivo es su increíble paisaje, emotivo es el recuerdo de aquella noche de Febrero de 1692.

Muchos de los clanes escoceses habían mantenido su tradicional fidelidad a los Estuardos por lo que no eran muy de fiar para el nuevo rey Guillermo III, Duque de Orange y primero de la dinastía de Hannover. Para conocer hasta qué punto podía confiar en estos pequeños ejércitos particulares, ordenó, con carácter general, que se le prestara juramento de fidelidad.

Por alguna circunstancia no muy bien explicada, el jefe del clan de los MacDonald se retrasó unos días en cumplir con lo ordenado. Ello desencadenó las iras (o, tal vez, el temor) del nuevo rey que inmediatamente decidió tomar represalias.

La labor se la encomendó al Duque de Argill, jefe del clan rival de los Campbell, que siempre se había mantenido opuesto a los estuardos y que, lógicamente, haría de buen grado cualquier cosa que perjudicara a su poderoso rival. El Duque condujo a sus fuerzas hannoverianas hasta el valle de Glen Coe y allí, mediante buenas palabras, consiguió alojar a sus tropas en las casas del clan de los MacDonald.

Fue entonces cuando, en aquella noche inhóspita de Febrero, se produjo la gran traición. Las tropas hanoverianas, mandadas por el Duque de Argill (también llamado Red John of the Batle) comenzaron a matar a sus anfitriones sin dejar escapar a nadie. Todos los varones de menos de setenta años fueron pasados por las armas. Fue una matanza preparada, en masa, horrible. El valle quedó reducido a la nada y el poderoso clan a punto de desaparecer.

Nadie podrá olvidar... Nunca. Pero ésta es una tierra práctica, así que, si se le puede sacar algo a la desgracia... Ahora, numerosos turistas, especialmente británicos, recuerdan la tragedia y, al mismo tiempo, colaboran con la economía del valle...

Edwardian painting of the site of the infamous 1692 massacre
of the MacDonald clan in Glen Coe, Argyll

En Ballachullish, donde antes estaban los transbordadores que cruzaban el Loch Leven, hoy se ha construido un moderno puente desde el cual, y en mi opinión, se pueden ver las mejores puestas de sol del planeta.
 
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