sábado, 16 de abril de 2011

Drumnadrochit / km 1947

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So...  Nessie can't disturb our love!

Este es el punto de partida para la visita del más famoso lago escocés: el Loch Ness. De aquí salen los barcos que lo recorren y aquí se halla la exposición dedicada a la búsqueda del famoso monstruo Nessie, habitante del lago, escondido en lo profundo de sus frías aguas.

Serían las siete de la tarde cuando aparcamos en el principal mirador del lago. Desde este mismo sitio se avistó al monstruo numerosas veces desde el siglo VI en que aparece la primera referencia a tal inquilino. Nosotros observamos con atención no queriendo perdernos nada.

- Papi, coge la cámara porque... ¡cómo se le ocurra asomarse...! ¿Te imaginas? Seríamos ricos...

Sonriendo, nos quedamos mirando durante un rato a aquellas aguas misteriosas. Ninguno decía nada... Intentábamos no darnos cuenta... pero ¡allí había algo...! Fernando fue el primero que se atrevió a preguntar:

- Pero... ¿qué es?
- No sé... Tal vez las estelas de dos barcos que, al cruzarse, forman ese remolino...

No me lo creía ni yo. Unas pequeñas olas concéntricas, en el medio del lago, como si alguien hubiera lanzado una piedra... Pero, ¡qué olas! Las olas son centrífugas..., nunca centrípetas, como éstas. Pasó un rato en que ninguno nos atrevíamos a decir ni pío. Y eso que era en familia... Intentábamos alejar de nosotros ideas que sólo a un tonto se le podían pasar por la cabeza.

- Mira. Parece como si el centro se desplazara... ¿te fijas? Va dejando como una estela...

Me froté los ojos un par de veces sin que se diesen cuenta. Pero, ¿qué coño era aquello? Ya empezaba a estar nervioso. Los niños empezaron a hacer chistes... A mí, la mente ya no me funcionaba. ¡Tal vez el cansancio...!, pensé.

De pronto pude respirar. Un cacharro rojo, como de unos cinco metros de largo, salió a flote... No había duda: era un pequeño submarino. Sí, más tarde me enteré: por unas cuantas libras podías hacer de Capitán Nemo, en aquellas frías aguas, buscando al monstruo en un pequeño submarino apto para cinco pasajeros. De verdad, hubo un momento en que el nerviosismo se apoderó de mí...

¡Para caballeros... para señoras! Foto: j.cerdeira

Cerca de Drumnadrochit, se pueden visitar, también, las atractivas Falls of Diwach, al parecer muy bellas, y que nosotros no visitamos a causa de la hora que era.

¿Es éste Nessie?
Dos jóvenes, que no se conocían, viajaban en un autobús propiedad de la E.M.T. de Inverness y que cubría la línea al famoso Loch. El uno, con un pendiente en la nariz, llevaba sobre las rodillas un periódico español. El otro, con el pelo teñido de verde con reflejos rojos, se le quedó mirando y, finalmente, intentando romper el fuego, dijo:

- ¡Español, eh! ¿De dónde eres?
- De Lepe.

El del pelo verde con reflejos rojos se quedó pensativo durante un buen rato hasta que finalmente murmuró:

- ¡De Lepe, eh...! ¡vaya mierda de pueblo... y vaya mierda de chistes!

El del pendiente no pareció inmutarse mucho. Se quedó como mudo durante un tiempo, mirando por la ventana al oscuro granito de las casas de Invernes. Pasó un rato y, al fin, preguntó:

- ¿Y tú, de dónde eres?
- De Leganés.

Ambos se quedaron en silencio, con sus miradas lánguidas clavadas en los respectivos asientos delanteros, sin decir nada. Pasó un buen rato hasta que el autobús se paró en un semáforo. Entonces, el del pelo verde con reflejos rojos aprovechó para comentar:

- ¡De Leganés, eh...! ¡vaya mierda de lago... y vaya mierda de monstruo!

Dedicado a los presentadores de Clásicos Populares.

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